SQL is the new black
Programar se ha puesto de moda. Ahora, a los programadores nos llaman hackers -que suena mejor, como de teclear más rápido- y todo el mundo quiere subirse al carro, aunque sea a trompicones.
Programar is the new black. Es trendy y combina con todo. Y, en esta época extraña -donde a los informáticos no se nos representa con un batallón de bolígrafos en el bolsillo delantero de la camisa, sino con camisa hipster de cuadros-, el lenguaje vehicular de la mayoría de muggles que dan sus primeros pasos en la programación es… JavaScript, probablemente, uno de los peores lenguajes para aprender fundamentos de programación.
Y no porque sea peor o mejor lenguaje que otro, sino porque JavaScript es un lenguaje con muchos WATs. Algo que puede resultar tan divertido para los programadores de la vieja escuela como frustrante para los que están empezando.
En muchos casos, la excusa para aprender con JavaScript es la supuesta contribución a un producto o proyecto. Conozco a mucho Growth Hacker que sueña con programar tests A/B por toda la web de la empresa o diseñar landing pages con épicos ratios de conversión. Pero, la tozuda realidad es MUY diferente…
Aunque después de aprender a sumar dos enteros con JavaScript los muggles se ven así, los programadores los siguen viendo así, y no les dejarán hacer un commit al repositorio de código sin una supervisión tan exhaustiva que les costará más tiempo que hacerlo por sí mismos y tampoco dará a los entusiastas novatos esa soñada autonomía para crear MAJIA.
Por eso, si algún meteorito corporativo se deja caer por el Departamento de Informática con la embajada de querer “aprender a programar”, yo propongo una aproximación diferente: orientarles para que aprendan SQL.
SQL es un lenguaje declarativo –declaras lo que quieres conseguir, delegando al motor de base de datos la ejecución necesaria para conseguirlo- y con una gramática natural para los que nunca han visto un lenguaje de programación.
Pero lo más importante es que el uso de SQL puede ser tremendamente práctico en cualquier empresa y departamento, mucho más que JavaScript. Cualquier usuario de una hoja de cálculo es un potencial programador de SQL.
Y crear sandbox o entornos controlados donde los novatos pueden aprender sin romper cosas es infinitamente más sencillo, porque las bases de datos ya están preparadas para ello de forma nativa. En pocos segundos, un Administrador puede crear vistas con acceso restringido o usuarios con permisos para hacer consultas, pero no para borrar o actualizar datos.
Dadle a un muggle la esperanza de que aprenderá JavaScript y empezará a crear código web en un par de semanas y sólo conseguiréis que se frustre, pero en apenas dos días, podéis conseguir que empiece a extraer información relevante de los datos de la empresa. De forma autónoma y sin necesidad de supervisión. En apenas dos días, empezará a hacer MAJIA.
Desgraciadamente, el SQL –un lenguaje que nació en 1974- no está tan de moda como JavaScript. De hecho, os podéis encontrar con que vuestros Front End Ninjas os han colado un sistema NoSQL –bases de datos que no usan SQL para guardar y consultar datos-. No porque las características del proyecto justifiquen prescindir de JOINS o un sistema ACID, sino porque muchos no tienen ni idea de SQL. Es más, muchos no saben ni lo que es ACID.
Entiendo que seáis escépticos y que no me hagáis caso, pero yo he visto he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser y... los ojos de mi mujer brillando al obtener el número de usuarios registrados en Otogami durante un determinado periodo sin que nadie la ayudara. Por sí sola. Haciendo MAJIA.
No son tan molones como Codecademy o los cursos de Treehouse, pero hay un puñado de recursos para aprender SQL online de forma interactiva, como por ejemplo SQLZoo.
Quizás no esté muy de moda, pero maldita sea, el SQL funciona.
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