Para los partidos será por el principio de representación proporcional, es decir, el número de diputados al que cada partido tendrá derecho dependerá de los votos que haya obtenido en la elección. Este número será proporcional a la cantidad de espacios que queden tras asignarse las curules a los candidatos independientes que hayan conseguido un número de votos mayor a 1/60 del total de sufragios emitidos.
En esta elección los nueve partidos que participan en la contienda propondrán una lista de candidatos ordenados numéricamente.
Para el caso de los independientes, la ciudadanía tendrá una lista con un número de fórmula, el nombre del o la candidata y su suplente, (serán 11 candidaturas).
El objetivo político de un sistema proporcional, como el que se implementará en esta elección, será reflejar el número de corrientes políticas que existen en la ciudad de México, a diferencia del sistema de mayoría relativa, que tiene como fin alcanzar cierto número de escaños para permitir a un partido avanzar con su proyecto de gobierno en el congreso.
El politólogo alemán Diether Nohlen lo explica mejor al señalar que “la idea clave es revelar con la mayor exactitud posible, las fuerzas sociales y grupos políticos en la población”.
La elección de la Asamblea Constituyente será un proceso electoral especial. Cabría preguntarnos si los partidos políticos y candidatos independientes serán capaces de ser la voz de los anhelos, preocupaciones, intereses, reclamos y las diversas formas de pensar de los capitalinos.
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