Los cuatro años en los que he trabajado para obtener el Diploma estuvieron llenos de diversos sentimientos. Desde el nerviosismo al inicio de esta decisión, pasando por la incertidumbre a lo largo del proceso, hasta llegar a la satisfacción de alcanzar la meta propuesta.

Todo empezó en Décimo de Básica con la felicidad y la emoción de ser elegido para cursar el programa BI. A pesar de las constantes advertencias sobre el extenuante trabajo que nos esperaba, todos nos alegramos al leer la invitación a formar parte del proceso.

Iniciamos Segundo de Bachillerato con un poco de temor, empezábamos el primer año del Programa del Diploma y sabíamos que el estudio iba a ser aún más exigente.  Como grupo de compañeros nos unimos y nos complementamos, lo que nos ayudó a tener un buen ritmo de trabajo y empezar con varios de los proyectos propuestos.

Pasamos a Tercero de Bachillerato con gran emoción, pues sabíamos que nos esperaba un duro camino. Debíamos presentar todas las evaluaciones internas de cada asignatura, que en ocasiones llegó a ser agobiante por el esfuerzo, sin embargo el apoyo de mis compañeros y profesores nos permitió llegar a las pruebas de mayo. 

El 6 de julio en el sistema del BI las notas ya estaban disponibles, la emoción y alegría de saber que todos obtuvimos el Diploma fue inmenso.  Hubiese sido fácil que cada uno piense en sus notas y en sí mismo, pero ahora nuestro deseo era alcanzar el objetivo que nos habíamos propuesto individualmente cuatro años atrás, como grupo, era una realidad.

Esta fue la mejor parte del proceso. El saber que la unión que fomentó el camino que recorrimos juntos nos permitió alcanzar algo tan grande. ¡Es increíble!. Empezamos como grupo y lo conseguimos como grupo. Las notas serán individuales, pero el logro es uno, del grupo de Tercero de Bachillerato BI.

Juan Diego Garzón
Estudiante de Tercero de Bachillerato BI