EDITORIAL
Jesús cuando proclama las Bienaventuranzas nos está diciendo: seguidme. No será un camino fácil, estará cargado de desafíos, habrá dificultades, pero Yo estaré con vosotros. Se trata de un camino de fe, de ser BENDICIÓN PARA OTROS.
Como cristianos y como Verbum Dei hemos de responder también a la pregunta de Jesús: ¿tú qué camino quieres recorrer? Simón, llamado Pedro, contestó: ¿a dónde podré ir? Tú tienes palabras de Vida Eterna. Jesús nos llama a vivir el evangelio. Hoy, ante la realidad palpable, que tenemos a nuestro alrededor, hemos de comprometernos con la vida. ¿Recordáis a la viuda pobre? (Cf. Lc 21, 1-4).
El papa Francisco en el mensaje de la JMJ para Cracovia, invita a los jóvenes a vivir las Bienaventuranzas, y habla de ser pobres de espíritu como condición fundamental para crear Reino, para hacer discípulos. Misión, que brota de un corazón libre, lleno de Dios, un corazón como el de María, que se atrevió a ser feliz, a dejarse BENDECIR. Junto a María PROCLAMEMOS LA GRANDEZA DEL SEÑOR.
Charo Dos Reis, FMVD
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