De Verde nos quedamos
El Consejo General del Instituto Nacional Electoral, en sesión extraordinaria, decidió no quitarle el registro al Partido Verde Ecologista de México. La demanda para retirar el registro del PVEM se introdujo a través de un grupo de activistas que, encabezados por Sergio Aguayo y el exconsejero electoral del IFE, Alfredo Figueroa, entre otros, reunieron más de 160 mil firmas con este propósito. La solicitud ciudadana, que igualmente se canalizó a través de la plataforma change.org, iba en el mismo sentido de la petición que meses atrás formuló el PAN. El proyecto no se aprobó de manera unánime; de hecho la decisión fue de una mayoría de 7 contra 4, mayoría de 7 (Córdova, Andrade, Baños, Favela, Galindo, Murayama y Nacif) contra 4 (Ruiz, Santiago, San Martin y Sánchez), tras un importante debate sobre los argumentos en pro y contra.
Los denunciantes que promueven la suspensión del registro afirman que ocurrió una violación sistemática de la ley electoral (mismas que las multas no inhibieron). Por otro lado, los consejeros que votaron a favor del proyecto aprobado argumentaron que, además de la irresponsabilidad que significa quitar de un plumazo los derechos de los militantes de dicho partido, no se realizó una violación “grave” al sistema democrático y de partidos, por lo cual no se debía llegar a esta medida extrema.
Es claro que el PVEM resulta incómodo para un grupo importante de la sociedad mexicana; pero es importante entender al PVEM como un jugador importante en el sistema democrático. El PVEM "se posicionó las mismas veces en fuera de lugar, como en línea" para seguir con la metáfora utilizada por el Consejero Córdova. El Verde es quizá el único partido que entendió, en el contexto de las intermedias, que las campañas y la comunicación importan e influyen en las formulación de preferencias del elector. Como menciona a Alejandra Ibarra “El Partido Verde es el único que parece haber entendido a cabalidad la necesidad de convencer a la gente. Y si bien es cierto que sus estrategias han sido abusivas, ilegales y desleales, también es cierto que son exitosas. La estrategia de comunicación política del PVEM genera empatía […] y le llega a la gente.”
Algunas de sus estrategias comunicativas (probablemente la mayoría) ocurrieron bajo el amparo de los tiempos de radio y televisión que la autoridad electoral provee, promoviendo los resultados de la legislación impulsada por ellos. Otras, ocurrieron en un margen sin regulación por parte de la autoridad electoral, como son las redes sociales. ¿Cuál tuvo más influencia sobre el votante? No hay manera alguna de saberlo. Pero hay otra pregunta que incorporar a este análisis: ¿a quién conviene quitarle el registro a un partido? Sentar un precedente de esta magnitud no es cosa menor. Entonces, terminando el proceso electoral, podríamos ponernos a desmembrar el sistema de partidos con este pretexto; mientras se lastima la confianza en las instituciones electorales y en la idea de que el voto sirve para algo. ¿Es mayor el beneficio de quitar el registro al Verde que este costo? La conclusión del asunto es que el Verde fue un partido que violó preceptos constitucionales (como en su momento lo determinó el Tribunal Electoral). La otra pregunta es cómo queda el Estado de derecho en la país tras la decisión adoptada.
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