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Boletin octubre 2017
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Octubre 2017
COP23: de las palabras a la acción.
Fuente: http://newsroom.unfccc.int/cop-23-bonn/cop23-logo-launched-in-fiji/
El 2017 ha mostrado la importancia de avanzar en acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la vulnerabilidad  a la que estamos expuestos, lo que se demostró con la última temporada de huracanes.  Avances siguen ocurriendo, pero aún falta mucho para concretar una trayectoria de desarrollo bajo en emisiones y resiliente al clima y alcanzar esto en un marco amplio de transparencia y pleno acceso a la información para tomar más y mejores decisiones. El boletín de este mes aborda estos temas desde análisis presentados en seminarios virtuales, artículos y comunicados, de cara a un importante proceso como es la COP23.
CONTENIDO
 
I. ACCIÓN CLIMÁTICA
  • Posicionamiento: Temporada de huracanes: un nuevo y urgente llamado a la acción climática. Por GFLAC
  • El costo de los huracanes en América. Por GFLAC
  • Resumen de la 18ª reunión de la Junta Directiva del Fondo Verde del Clima. Por AIDA
  • Seminarios en línea:
    • 5 de Octubre- "La Gran Tran$sición".
    • 19 de Octubre "Camino a la COP23: una visión desde América Latina".
    • 26 de Octubre- "Monitoreo de flujos de financiamiento climático en países en desarrollo: lecciones y retos".
II. PROCESOS RELEVANTES
  • Tan cerca y a la vez tan lejos: camino hacia el Acuerdo Regional sobre el Principio 10 en América Latina y el Caribe. Por Fátima Contreras, Sociedad Peruana de Derecho Ambiental/ Miembro de The Access Initiative (TAI).
  • Los avances del G20 en materia de cambio climático. Por Carlos Tornel, Coordinador de Programas en Iniciativa Climática de México.
III. COMUNICADOS MIEMBROS
  • Desastres no naturales en el centro de México. Por Justicia Ambiental Derechos Humanos, JADE.
  • VI taller regional de LEDS LAC.
IV. DEFENSORAS

Conoce a las Defensoras del Mes
  • Samantha Namnum
  • Karla Maass
I. ACCIÓN CLIMÁTICA
Temporada de huracanes: un nuevo y urgente llamado a la acción climática. 
Posicionamiento GFLAC
 
12 de septiembre de 2017
- Los recientes eventos hidrometereológicos extremos, como huracanes y monzones, urgen a los países y a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes y contundentes para atender el cambio climático, pues científicos afirman que el incremento de la temperatura planetaria incrementa en número e intensidad estos fenómenos

- Los catastróficos impactos de estos eventos sobre las poblaciones, los territorios y las economías de los países afectados muestran la necesidad de políticas y mecanismos de financiamiento efectivos para hacer frente a los efectos del calentamiento global.
India, Bangladesh y Nepal han vivido en los pasados días severas inundaciones debido a los fuertes monzones que hasta hoy han cobrado más de 1,200 vidas y dejado millones de personas sin hogar[1]. Mientras tanto, en América, la presencia de los huracanes Franklin, Harvey, Irma, Katia y José en el Océano Pacífico y en el Atlántico en las últimas semanas y días, ha puesto en evidencia una vez más el riesgo y la vulnerabilidad de las poblaciones en países del Caribe, de México y de Estados Unidos, cuyos territorios han sido afectados por estos eventos hidrometeorológicos extremos.

Algunas cifras documentadas sobre los daños causados hasta el momento por estos fenómenos:
  • El huracán Franklin que afectó a México en agosto causó daños materiales en los estados de Veracruz, Puebla, Tamaulipas, Hidalgo y Oaxaca, donde decenas de personas tuvieron que ser evacuadas.
  • Harvey, cuyo mayor impacto fue en el estado de Texas en EEUU, dejó 70 muertes y varias personas desaparecidas, y daños materiales que se estiman en más de 150 mil millones de dólares.
  • Irma, uno de los huracanes más poderosos de los que se tiene registro, destruyó 90% de las edificaciones en Barbuda y 50% de la población se encuentra sin hogar. En Antigua y Barbuda los daños superan los 100 mil millones de dólares.
  • En las islas del Caribe, San Martin, San Bartolomé, Santo Tomás, Antigua y Barbuda, Puerto Rico y Anguilla, entre otras, se contabilizaron al menos 24 personas fallecidas y cientos de heridos. Miles de personas se encuentran sin agua ni electricidad.
  • En Cuba se han registrado 10 pérdidas humanas, además de que las inundaciones y fuertes vientos causaron grandes daños en todo el litoral norte del occidente de la isla y más de un millón de personas fueron evacuadas.
  • Aunque aún es pronto para evaluar los daños causados por Irma en estado de La Florida, EEUU, alrededor de 6.5 millones de personas fueron advertidas de que debían evacuar el sur del estado. Al menos, 6 millones de casas y empresas no tienen energía eléctrica. Según estimaciones preliminares, los daños se calculan en miles de millones de dólares.

Daños en Cuba, Isla de San Martín, Islas Vírgenes, y República Dominicana.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/09/10/album/1505063195_935832.html#1505063195_935832_1505063266; http://bucket2.glanacion.com/anexos/fotos/14/huracan-irma-2528114w620.jpg

 
Estos eventos hidrometereológicos extremos representan una clara señal de alerta acerca de lo referido por parte de la comunidad científica: el calentamiento global es un factor que está influyendo en la intensidad de los fenómenos de origen hidrometeorológico, tales como huracanes y tormentas tropicales[1]. El huracán Irma ha sido catalogado como uno de los más poderosos de la historia, mientras que Katia es la cuarta tormenta tropical producida en menos de dos semanas.

Por su parte, el incremento en los impactos sociales causados por ciclones tropicales o huracanes, también está influenciado por el aumento de la población e infraestructura en regiones costeras altamente vulnerables.

El planeta Tierra no deja de enviar mensajes en torno a la urgencia de actuar de manera rápida y contundente para evitar un mayor incremento de temperatura planetaria. Ante ello, es urgente que los gobiernos de la región latinoamericana y del mundo avancen en el cumplimiento de las obligaciones de reducción de gases de efecto invernadero. Asimismo, deben redoblar sus esfuerzos para incrementar medidas de adaptación ante los impactos negativos que se están viviendo, y mejorar los mecanismos de prevención y atención de desastres. 

La transición hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima es hoy una necesidad y una obligación moral de los países con sus poblaciones y territorios. En este sentido, es urgente que la agenda climática vuelva a cobrar la relevancia necesaria en la política global y estadounidense de tal forma que se implementen las medidas para alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo de París, de mantener el aumento de la temperatura en 1.5°C en el ideal y 2°C como máximo.

Entre las acciones que los Estados deben implementar de manera urgente en América Latina, se encuentran al menos las siguientes 5:
  1. Incrementar la ambición de contribuciones nacionales en materia de mitigación y adaptación.
  2. Crear estrategias nacionales de implementación de contribuciones nacionales, y en particular, Estrategias Nacionales de Financiamiento para actividades en materia de cambio climático.
  3. Reducir de forma drástica la extracción de hidrocarburos y su dependencia de los combustibles fósiles. Un paso para ello, deber ser prohibir de manera inmediata la extracción de gas y petróleo no convencional mediante fractura hidráulica y la entrega de nuevos proyectos en aguas profundas.
  4. Implementar medidas públicas para reducir el uso de energía y mejorar la eficiencia energética. Además de transitar hacia el aprovechamiento de energías renovables, a partir de proyectos de pequeña escala, descentralizados y democratizados, en pleno respeto de los derechos humanos de comunidades indígenas y campesinas.
  5. Orientar las políticas y el financiamiento públicos para atender las causas estructurales que generan una mayor vulnerabilidad de las poblaciones y los territorios a los efectos del cambio climático. En este sentido, es necesario mejorar las medidas de adaptación y fortalecer las políticas y acciones de prevención y atención de riesgos ante desastres.
La acción climática es urgente y es una responsabilidad moral de los estados y su ciudadanía en toda la región y el mundo.
 
[1] 
NOAA, disponible en http://www.aoml.noaa.gov/hrd/tcfaq/TCFAQ_G_esp.txt
El costo de los huracanes en América. 
GFLAC
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el costo que los huracanes han dejado a su paso en el continente Americano?

En el GFLAC nos dimos a la tarea de identificar cual es el costo que han tenido los huracanes en América y los tifones en Asia, si bien se trata del mismo tipo de evento hidrometeorológico, se llaman de manera diferente según el lugar en donde se producen. De acuerdo al Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático, el aumento en la intensidad y en número de estos eventos tiene una estrecha relación con el cambio climático (IPCC, 2015).

En GFLAC identificamos que en los últimos 5 años el costo de huracanes en América ha sido de un poco más de 243 mil millones de dólares. Esto solo incluyendo los huracanes más costosos. 

Imagina ahora ¿Cuál es el costo total de los impactos del cambio climático en el mundo?

Necesitamos actuar con rapidez para evitar que estos eventos ocurran con mayor frecuencia, pero sobre todo para incrementar nuestra resiliencia ante sus impactos.


#AcciónClimáticaYa
Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA)
Resumen de la 18ª reunión de la Junta Directiva del Fondo Verde del Clima

 
Por Ava Tomasula y Florencia Ortúzar

Del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2017, la Junta Directiva del Fondo Verde del Clima (FVC) realizó su 18a reunión en El Cairo, Egipto. Entre otros temas, se discutió cómo facilitar propuestas de acceso directo, un programa de pagos por resultados de REDD+ y temas relacionados con la acreditación de entidades. También se discutieron 13 propuestas de financiamiento: 10 del sector público y tres del privado.

Los programas y proyectos propuestos requerían del Fondo un total de 460 millones de dólares. Cinco de las propuestas (que representaban 140 millones de dólares, 30% del total), involucraban a países menos desarrollados, Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y Estados africanos; entre ellas cinco para América Latina, de las cuales solo se aprobaron tres.
Accede al resumen completo
Seminarios en línea
5 de Octubre- "La Gran Tran$sición"

Sandra Guzmán, Coordinadora de GFLAC y moderadora de este webinar, resaltó que en 2016 los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMDs) transfirieron 27 mil millones de dólares a proyectos relacionados con cambio climático (77% mitigación y 23% adaptación). Esto resultaría alentador si consideramos que las negociaciones climáticas indican que se necesitarían invertir 100 mil millones para atender el cambio climático, sin embargo, indicó que diversos estudios difieren al señalar que ese monto no sería suficiente, pues se necesitan trillones.

Antes de ceder la palabra a los panelistas, apuntó que en la ecuación de financiamiento no sólo se deben incluir los flujos destinados a combatir el cambio climático, sino también los flujos que se destinan (y se planean destinar) a proyectos que agravan dicho fenómeno (como combustibles fósiles).

Por su lado, Karla Maass (Oficial de Comunicación para Latinoamérica de CAN), explicó los objetivos de la campaña global “La Gran Transición” o “The Big Shift” que busca principalmente la desinversión y abandono de los fósiles de la cartera de los BMDs a fin de limitar el calentamiento global por debajo de los 1.5°C. Señaló que dichos agentes financieros juegan un doble rol pues, así como han financiado proyectos para mitigar los efectos del cambio climático (energías renovables), continúan invirtiendo en combustibles fósiles.

Como objetivo específico de la campaña se pretende eliminar de la cartera de inversiones de las instituciones de financiamiento público los proyectos relacionados con combustibles fósiles a más tardar al 2020, a la vez que se aumenta progresivamente la inversión en energía renovable. De igual manera se establecerán objetivos específicos por año y se espera concluir en 2020 (pico de emisiones). En 2017 el primer objetivo se centrará en el Banco Mundial esperando que éste acceda a rendir cuentas respecto de (i) la huella de carbono de los proyectos que financia directa e indirectamente y (ii) el efecto de la inversión en materia de energía para atajar la pobreza energética.

Para cumplir con dichos objetivos de este año se realizarán diversas actividades en foros climáticos (reunión anual del BM, COP 23, Cumbre Climática y se esperan también hitos y actividades posteriores relacionadas con los diferentes bancos de desarrollo y en camino al 2020.

Por su parte, Juliana Almeida (Especialista Senior de la División de Cambio Climático y Sostenibilidad del Banco Interamericano de Desarrollo BID) habló sobre los compromisos específicos del BID así como la visión, retos y acciones que la organización enfrenta ante el reto de la re-orientación de las inversiones hacia cambio climático.

Juliana apuntó que el BID se comprometió a doblar su financiamiento para cambio climático de 15% (2015) a 30% (del monto aprobado por el banco) al 2020. Indicó que en 2016 iniciaron una campaña interna y con sus contrapartes (gobiernos y sector privado de la región) para lograr este objetivo. Los instrumentos que comenzaron a implementar para darle prioridad al cambio climático dentro del financiamiento de sus proyectos son dos:

  • Identificar las oportunidades para incluir elementos de adaptación y/o mitigación al cambio climático al momento en el que se registran los proyectos dentro de los distintos sectores del BID

  • Capacitar a los representantes del BID en los países para que cuando empiecen el dialogo con los gobiernos, identifiquen los compromisos de cambio climático de cada país (NDCs) y realicen una estrategia de inversión de país que vaya de la mano con dichos compromisos.

Por otro lado, Juliana señaló que en 2016 el BID aumentó el monto aprobado para proyectos relacionados al cambio climático alcanzando el 22% (2 mil millones de dólares aprobados, 80% mitigación y la mayoría para energía renovable). Este año esperan alcanzar el 25% y subir otros temas además de energía renovable (resiliencia en infraestructura, infraestructura sostenible, transporte urbano, climate smart agriculture, construcciones verdes, eficiencia energética, manejo de desechos sólidos, re-organización y planeación urbana, etc.).  

Juliana destacó que hay un esfuerzo institucional dentro del BID para concientizar y fortalecer el conocimiento del cambio climático para poder llegar a la meta del 30%. Por ejemplo, el IDB Group Climate Change Action Plan recientemente aprobado, contiene metas internas y un mapa de ruta para el funcionamiento interno de la agenda de cambio climático. Otro instrumento que han desarrollado es la plataforma “NDC invest” (https://www.ndcinvest.org) que busca apoyar a proyectos ya existentes para incluir elementos de cambio climático en los mismos.

Almeida concluyó señalando que la concientización y capacitación dentro del BID es clave para darle prioridad al cambio climático en los diferentes sectores, dijo que sólo actuando en conjunto es como se podrán lograr las metas establecidas internamente.

La última participación fue la de Santiago Lorenzo (Coordinador de Finanzas Verdes de WWF) quien resaltó que se debe alinear el dinero público (manejado por BMDs) con los objetivos del Acuerdo de París, pues no es una cuestión exclusivamente de sustentabilidad y cambio climático, sino de sensatez presupuestaria y de coherencia económica.

Santiago habló sobre la propia campaña de desinversión en fósiles que lanzó WWF en 2013, Seize Your Power, que buscaba empujar a las instituciones financieras a invertir en renovables en lugar de combustibles fósiles. Tras diversos análisis se ha encontrado que el reto es que si retiras esas grandes inversiones en fósiles, ¿en donde pones el dinero? Hoy en día no hay activos con características atractivas similares de ese volumen.

Santiago Lorenzo indicó que hay una oferta de fondos para las inversiones en soluciones y activos decarbonizados y que en eso los BMDs tienen una gran oportunidad pues son creadores de proyectos que pueden ser atractivos para inversiones privadas.

Lo que WWF promovió en Seize Your Power y ahora en The Big Shift es que las instituciones financieras deberían tener políticas sectoriales alineadas al límite de 1.5°C (energía, transporte, agricultura, etc.). Acciones clave como la exclusión de combustibles fósiles, la depreciación acelerada en infraestructura de transición, contar con salvaguardas ambientales y sociales en todo tipo de inversiones en infraestructura, son imperantes para lograr el objetivo final de re-direccionamiento de inversiones.

Concluyó señalando que los bancos ya están muy alerta de las necesidades, sin embargo, los países tienen diferentes enfoques y es así como bancos y gobiernos deben trabajar en conjunto y de cerca para garantizar que el cambio sea definitivo.

19 de Octubre "Camino a la COP23: una visión desde América Latina"
Sandra Guzmán

En vísperas de la COP23, una seria de eventos hidrometeorológicos han impactado diversas regiones del mundo y en particular al Caribe, lo que evidencia que el cambio climático está teniendo efectos cuyos costos ambientales, sociales y económicos van en aumento.
 
La COP23 a celebrarse en Bonn, Alemania del 6 al 16 de noviembre y presidida por el gobierno de Fidji, será un espacio en el que las partes tendrán la oportunidad de avanzar hacia el cumplimiento de los compromisos derivados del Acuerdo de París. Esta reunión será de vital importancia pues es la reunión previa al 2018, año en que muchos de los compromisos  debieran ser completados según lo estipula el Acuerdo.


A pocos días de que de inicio la COP23, les invitamos a escuchar nuevamente el seminario virtual realizado el pasado 19 de octubre , en el que se conversó sobre las expectativas y acciones que la región de América Latina podría impulsar como parte de sus agendas y posicionamientos en materia de mitigación, adaptación, medios de implementación y otros de alta relevancia para la región,  al como financiamiento, transparencia, cambio climático y juventud, entre otros.

Se contó con la participación de Alejandra Lopez Carbajal (Coordinadora de la Unidad de Apoyo de AILAC), Danae Espinoza  (Co-coordinadora del movimiento juvenil CLIC), Ramiro Fernández (Director de Cambio Climátco de la Fundación Avina),  Enrique Maurtua /Director de Cambio Climático de FARN), Sandra Guzmán (Coordinadora General del GFLAC), Karla Maass Wolfenson  (Oficial de campaña de la Climate Action Network – Representante para América Latina) y moderado por Paula Bianchi (Responsable de Comunicación del Centro de Toma de Decisiones y Cambio Climático). 

26 de Octubre- "Monitoreo de flujos de financiamiento climático en países en desarrollo: lecciones y retos"
El financiamiento climático es un elemento crucial para la implementación de acciones climáticas. Para comprender las brechas de financiamiento y las oportunidades financieras disponibles para los países en desarrollo, es importante tener información sobre cuánto dinero pueden acceder de los fondos climáticos globales y cuánto dinero doméstico ya está disponible a través del gasto público nacional. Los países están comenzando a rastrear los flujos financieros nacionales e internacionales para aumentar la transparencia en el financiamiento climático. Esto es importante en el contexto del cumplimiento de la Iniciativa de Transparencia del Acuerdo de París.

El PNUD en asociación con el GFLAC realizó un estudio para comprender los vacíos, los desafíos y las lecciones de las experiencias de los países en la presentación de informes sobre el financiamiento para el clima. El informe identifica las necesidades y sugiere formas para apoyar a los países en sus esfuerzos por medir, reportar y verificar los flujos de financiamiento climático.
 
Durante este seminario se presentaron los resultados del estudio desarrollado por PNUD y GFLAC sobre monitoreo de financiamiento climático nacional, particularmente los flujos para adaptación en seis países: Colombia, Guatemala, Kenia, Nepal, Filipinas y Zambia.
II. PROCESOS RELEVANTES
Fátima Contreras
Programa de Política y Gobernanza Ambiental
Sociedad Peruana de Derecho Ambiental
Miembro de The Access Initiative (TAI)
Tan cerca y a la vez tan lejos: camino hacia el Acuerdo Regional sobre el Principio 10 en América Latina y el Caribe
 
Desde el 27 de noviembre al 01 de diciembre de este año, 24 países de América Latina y el Caribe se reunirán en Santiago de Chile para retomar las negociaciones para la adopción de un acuerdo regional sobre el Principio 10 de la Declaración de Río y con ello mejorar los estándares de reconocimiento e implementación de los derechos de acceso a la información, participación ciudadana en toma de decisiones y justicia en asuntos ambientales en los países.

Esta vez, la atención de la sociedad civil y de todos los ciudadanos estarán puestos en las delegaciones oficiales de los países, pues desde la sétima reunión de negociación, las expectativas de lograr un Acuerdo ambicioso y garante de dichos derechos cayeron considerablemente al identificarse retrocesos significativos en los estándares que se perseguían en un inicio.
 
Para el caso peruano, el Acuerdo Regional constituye una oportunidad única para el Estado de reafirmar su compromiso con los ciudadanos de brindar su máximo esfuerzo para asegurar el goce pleno y efectivo de los derechos de acceso, lo cual urge en un contexto en donde las políticas públicas y legislación en estos últimos años han estado orientadas, primordialmente, a la promoción de la inversión privada en desmedro de los intereses colectivos, como si se trataran de fines opuestos o divorciados.
 
En ese sentido, desde la sociedad civil peruana, compartimos las siguientes reflexiones que consideramos importantes en la negociación en Chile:
 
  • Recuperar e interiorizar las consideraciones de la “Visión de Lima” la cual reconoció la instrumentalidad de los derechos de acceso para profundizar y fortalecer la democracia, y contribuir a una mejor protección del medio ambiente y de los derechos humanos.
  • La información ambiental debe ser pública y su acceso no debe tener restricciones. Esto implica que se deben mantener actualizados los sistemas de información nacional con información proporcionada por entidades públicas y privadas. En ese sentido, es fundamental la generación de información ambiental respecto del territorio nacional, la cual ha representado en los últimos años uno de los principales obstáculos para el diseño y eficacia de políticas públicas y aprobación de instrumentos de gestión ambiental que se definen con información obsoleta e incompleta.
  • El país debe asegurar la participación ciudadana oportuna en la toma de decisiones en asuntos ambientales; más aun considerando nuestra pluriculturalidad. Se deben garantizar mecanismos de participación con enfoque indígena y con especial atención a los grupos vulnerables.
La participación ciudadana es un elemento sustancial en cualquier proceso político, legislativo o administrativo.
 
  • La participación ciudadana no debe ser blanco de las reformas de simplificación administrativa ambiental para la promoción de inversiones privadas. Esto, en ocasiones pasadas, ha generado no sólo situaciones de conflictividad sino la afectación abierta de derechos fundamentales.  
  • Urge desarrollar mecanismos de justicia ambiental efectivos, accesibles e inmediatos. En un contexto en donde estamos en constante lucha contra ilegales que atentan la sostenibilidad de nuestros ecosistemas como bosques y ríos; donde no hay una efectiva atención inmediata al incumplimiento de obligaciones y compromisos ambientales de los privados; y donde los defensores del ambiente y recursos naturales son amenazados, intimidados o vulnerados, la necesidad de contar con organismos administrativos y judiciales especializados que imparten justicia en materia ambiental, se vuelve un llamado de urgencia.
 
Esperamos que, las delegaciones de los países, en representación de sus gobiernos y de los ciudadanos de toda la región, demuestren su compromiso y disposición a negociar un instrumento que garantice la democracia y gobernanza ambiental a través del fortalecimiento de los derechos de acceso. Solo así, alcanzaremos, la oportunidad de encaminarnos hacia el desarrollo sostenible, la justicia y la paz social dejando un mejor legado a las próximas generaciones.
Acciones de cara a las próximas negociaciones del Acuerdo Regional:
En este link están los negociadores de cada uno de los países. Escríbele al de tu país y hazle la solicitud.
.
http://www.cepal.org/es/organos-subsidiarios/reunion-comite-negociacion-principio-10-america-latina-caribe/contacto
Carlos Tornel
Coordinador de Programas en Iniciativa Climática de México.
ctornel@iniciativaclimatica.org
Los avances del G20 en materia de cambio climático
 
El pasado 15 de octubre se presentó en la Secretaria de Relaciones Exteriores el reporte From Brown to Green: La Transición a la descarbonización de las economías del G20 Dicho reporte elaborado por la organización internacional Climate Transparency  el cual evalúa el avance de las economías del G20 hacia la transición y la descarbonización de las engrías renovables. La Iniciativa Climática de México (ICM) organización miembro del GFLAC participio en el desarrollo del reporte a través de un consorcio internacional de organizaciones de la sociedad civil.
 
El reporte presenta una visión comprensiva y concisa de la transición de las economías del G20 hacia una economía baje en carbono. El reporte califica el desempeño de la reducción de emisiones, la política climática, el financiamiento climático, la descarbonziación y la transición energética; y prove información clave para evaluar el estado de cada uno de los países miembros del G20. El reporte demuestra que las calificaciones resultantes de las economías del G20 son mixtas: Mientras que la integración de las energías renovables se incrementa anualmente, la intensidad de carbono de las economías se mantiene a la alza, ya que todas las economías mantienen una constante dependencia en los combustibles fósiles. Lo anterior se debe en gran medida a que la mayor parte de los países del G20 aún satisfacen sus necesidades energéticas a través del uso de carbón.
 
El reporte demuestra que las acciones desarrolladas por el G20 para acelerar la descarbonización de sus economías se ha acelerado pero dicha aceleración no es lo suficientemente ambiciosa para atender las metas establecidas en el Acuerdo de París. Retomando las metas del Acuerdo de París, los países se comprometieron a reducir el incremento medio de la temperatura global para finales del presente siglo en 2°C y con miras a limitar el incremento en 1.5°C. Lo que supone que es necesario el desarrollar esfuerzos más ambiciosos para dar cumplimiento a la hoja de ruta de dicho acuerdo.
 
Actualmente el G20 representa cerca del 90% de las emisiones globales y concentra más del 80% de la producción económica a nivel mundial. En este sentido, la participación del G20 en el cumplimiento de las metas del acuerdo de París, así como el liderazgo de estas 20 economías son piezas clave para lograr el cumplimiento del mismo.
 
Asimismo, las economías del G20 han reducido de manera general su consumo de energía y su intensidad de carbon. Sin embargo, el consumo de energía y la eficiencia energética no han sido suficientes para asegurar una desacoplación absoluta del crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Aún así, las emisiones de GEI de los países del G20 han crecido un 34%, mientras que la economía se ha incrementado en casi 117% entre 1990 y 2014 como se muestra en la siguiente gráfica. 
Lo anterior demuestra que las economías han logrado hacer un uso más eficiente de los recursos. Economías como el caso de México demuestran que la eficiencia y el uso de energía renovable se ha convertido en una importante política pública para acelerar la descarbonzaición, sin embargo su acelerada integración y participación en la matriz energética requiere de programas más agresivos por parte de la Administración Pública Federal, el involucramiento del sector Privado y la participación social de manera activa.
 
Una de las grandes problemáticas que se muestran en el reporte es que las economías del G20 siguen subsidiando el uso de combustibles fósiles. Entre 2013 y 2014 los subsidios a estos combustibles alcanzaron los 230 mil millones de dólares, de los cuales 88 mil millones (es decir una tercera parte) provienen de financiamiento otorgado por instituciones públicas. Sin embargo, a pesar de que en el 2016 la mayor parte de la energía nueva incinerada a la matriz energética a nivel mundial es renovable, el uso de los combustibles fósiles continua siendo la principal fuente de emisiones en las economías del G20.
 
En el caso de México es importante mencionar que los subsidios directos a los combustibles fósiles se han eliminado progresivamente desde el 2014, Sin embargo, el país aún continua financiando a través de subsidios la electricidad del sector residencial y ha fomentado la integración del gas natural en la matriz energética al nombrar a dicho energético como una ‘energía limpia’ o ‘de transición’ y al exentar al gas natural del impuesto al carbono del 2014. Asegurar la descabnización acelerada necesaria para que México cumpla con lo establecido en el Acuerdo de París requiere de un programa a nivel nacional que busque una penetración más agresiva de energías renovables.

La evaluación del reporte demuestra que ninguna de las 20 economías evaluadas presentan un compromiso inconsistente con las metas establecidas en el Acuerdo de París, ya que ninguna ha desarrollado los esfuerzos suficientes para posicionarse en ella trayectoria del incremento de temperatura consistente con las metas de 2°C y 1.5°C. La falta de implementación se debe entre otras causas a la falta de cumplimiento e implementación de los compromisos internacionales y su traducción a programas y políticas públicas efectivas a nivel nacional. La mayoría de los países incluyendo a China, Brazil, Francia, Alemania, India, México y Sudáfrica califican muy alto en su desempeño internacional en materia de cambio climático, pero todas las economías demuestran falta de cumplimiento en distintos grados a nivel nacional.
 
La evidencia presentada por el acuerdo demuestra que los países del G20 son más eficientes en su uso de energía, ya que la mayoría a comenzado a transitar a fuentes más limpias. Sin embargo el consumo energético continua con una tendencia de crecimiento, pues la intensidad de carbono sigue incrementándose a pesar de una desacoplación relativa de las emisiones del crecimiento económico. Lo anterior demuestra que aún existe una mayor inversión en energías ‘sucias’ y no ‘verdes’.
 
El Reporte From Brown to Green demuestra que los esfuerzos a nivel global aún no son lo suficientemente ambiciosos para atender el cumplimiento de las metas del acuerdo de París. Asimismo, demuestra que las acciones de los países del G20 no sólo deben ser más ambiciosas sino que los esfuerzos de reducir de emisiones en estas 20 economías serán claves para mantener al mundo dentro del presupuesto de carbono al 2050. El reporte muestra algunas virtudes del desarrollo de instrumentos basados en el mercado (como los mercados de carbono y los bonos verdes) como medidas con potencial para incrementar la ambición. Sin embargo, es claro que estas acciones y el tiempo en el cual se pretende implementarlas no son consistentes con los compromisos internacionales.
 
Para que las economías del G20 se mantengan en línea con lo establecido por el Acuerdo de París y logren limitar sus emisiones de GEI en el marco del presupuesto de carbono establecido de aquí al 2050, los países deberán tomar medidas mucho más ambiciosas en el corto plazo a través de: la aceleración del desacoplamiento de las emisiones de GEI del crecimiento económico de forma absoluta; una integración agresiva, acelerada y disruptiva de energías renovables y el desarrollo de sistemas de almacenamiento; el fomento a la integración y traducción de la hoja de ruta del acuerdo de París a las legislaciones nacionales y locales y; finalmente, al enfocarse en atender el cambio de patrones de comportamiento a través del uso de nuevas tecnologías, modos alternativos de uso y consumo y el desarrollo de medidas de reducción de impacto a nivel local.[1]
 
El reporte se encuentra disponible aquí. Asimismo, las y los interesados pueden encontrar el reporte en su versión en inglés junto con los diagnósticos para cada país del G20 aquí.
 
[1] Toda la información, la gráfica y la cifras aquí citadas aparecen en el reporte From Brown to Green: The G20 transition to a low-carbon economy 2017. El cual se encuentra disponible en el siguiente enlace: http://www.climate-transparency.org/wp-content/uploads/2017/07/Technical-Note_data-sources-and-methodology.pdf
III. COMUNICADOS MIEMBROS
DESASTRES NO NATURALES EN EL CENTRO DE MÉXICO
-Cambiar la visión sobre la gestión de riesgos y generar una cultura para prevenir desastres-

JADE, jusiticiaambientalyderhumanos@gmail.com
 
Ciudad de México, a 4 de octubre del 2017.

Cuando los fenómenos de la naturaleza se presentan de manera severa, constituyen peligros que pueden desencadenar un desastre, como el que hemos vivido recientemente en el centro del país. Sin embargo, a diferencia de lo que se ha expresado en reiteradas ocasiones, los desastres no son naturales.

Los eventos extremos relacionados con cambios del clima, sismos o actividad volcánica no se pueden evitar, pero a partir de decisiones y acciones humanas se podrían cambiar las condiciones que nos hacen vulnerables a ellos; es decir, modificar situaciones que nos colocan en mayor riesgo.

Los desastres son una manifestación de lo que hacemos o dejamos de hacer como sociedad para enfrentar los peligros y de la forma en que usamos los recursos naturales, en territorios ya vulnerables.

Cuando aceptamos que se trata estrictamente de fenómenos de la naturaleza, pareciera que no hay responsabilidades humanas sobre el manejo de la tierra.

Como se ha podido apreciar con los impactos de los recientes sismos, si pensamos que todo es culpa de la naturaleza, no nos preparamos como sociedad. Para reaccionar a la emergencia y prevenir daños necesitamos informarnos, integrarnos en el manejo de los riesgos y exigir a las instituciones mejorar los planes sobre el uso de nuestro territorio, considerando al medio ambiente.

Morelos es un estado con riesgo por actividad volcánica por su cercanía al Popocatépetl, y forma parte de una región con sismos considerados “poco frecuentes”. Como parte del Proyecto Integral Morelos se construye una hidroeléctrica que será alimentada por un gasoducto de aproximadamente 158 kilómetros que atravesaría los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos y de un acueducto que provendría de Cuautla (Morelos). Se realizan pruebas para la extracción de gas, que incluyen obras identificadas como “Tlaxcala-Morelos” y “Morelos-San José de Iturbide”. La ruta de algunas de las obras coincide en cierta forma con las localidades impactadas por el reciente sismo.
 
Sin duda, los fenómenos naturales y sus efectos, como el caso de los temblores, se verán aumentados – por ejemplo- por las actividades de “fracking” o también llamado fracturamiento hidráulico, que se realiza como parte de ciertas obras para la exploración y obtención de gas.
 
 
En la comunidad científica se acepta que el fracking aumenta la ocurrencia e intensidad de los sismos, ya que para realizar perforaciones se utilizan explosivos y las perforaciones se llenan con agua a presión; así que justamente uno de los principales impactos ambientales del fracking es la inducción de sismos por la inyección del agua de desecho.
Ante la falta de información clara al respecto que tenemos los ciudadanos comunes, quiénes hemos recibido los impactos de los recientes eventos y a manera de acción preventiva y “principio precautorio”, invitamos a la sociedad mexicana a que se manifieste por un desarrollo compatible y respetuoso de las condiciones ambientales, contra el fracturamiento hidráulico y a que exija la suspensión de las obras para la construcción del gasoducto mencionado y de las actividades de exploración para la extracción de gas en el centro del país y en particular en las faldas del volcán Popocatépetl.

Lo anterior, hasta identificar los posibles impactos de las obras sobre las condiciones de vulnerabilidad frente a sismos y actividad volcánica en la región, y en tanto no se cuente con leyes que –entre otros aspectos- garanticen la seguridad de los procesos, la protección ambiental y de uso del agua y la inclusión de los ciudadanos en las decisiones sobre el desarrollo de la región centro del país.
 
Exhortamos a las autoridades y a las organizaciones de la sociedad civil a que apoyen y difundan acciones que transparenten la información y que fomenten la comunicación responsable y la participación informada y organizada; en general la cultura y la planeación basada en la prevención de desastres.
 
“Juntos podemos lograr una cultura de prevención y una gestión responsable del riesgo”.
 

JADE A.C., Justicia en Apoyo a los Derechos Ambientales y Humanos, es una organización de la sociedad civil enfocada en la justicia ambiental y los derechos humanos en México, América Latina y el Caribe. Genera instrumentos y acciones que reconocen a la justicia ambiental como el principio fundamental que hace valer el derecho de las personas a participar en procesos de planeación ambiental en particular y del desarrollo en general, así como de ser informadas y tener acceso a un medio ambiente sano y seguro. Coadyuva en la atención de las necesidades de personas vulnerables y vulneradas por su exposición a acciones, amenazas o peligros asociados a modelos de desarrollo no sustentables, bien sea en el ámbito nacional o internacional; en materia de derechos humanos y justicia ambiental y climática.
 
VI TALLER REGIONAL DE LEDS LAC
 
El VI Taller Regional de LEDS LAC se llevó a cabo en la Ciudad de México, del 16 al 18  de octubre de 2017, en el marco de la Segunda Semana del Clima de Latinoamérica y el Caribe. Contó con la participación de más de 170 personas, entre ellos, funcionarios de gobierno, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y otros actores que trabajan en la promoción del desarrollo compatible con el clima provenientes de 25 países de Latinoamérica y el Caribe, además de países de otras regiones.

El tema central de este año fue Gobernanza para un desarrollo resiliente y bajo en emisiones: vinculando actores, sectores y niveles de gobierno para avanzar en la implementación de las NDCs.  En este sentido, durante la sesión inaugural, el Director representante de CAF en México, Emilio Uquillas, destacó que durante el taller se discutirá sobre cambio climático y desarrollo bajo en carbono porque se ha convertido en tema vital. “La historia nos está dando una lección: la incorporación de los temas climáticos, de resiliencia, de economía y desarrollo bajo en carbono ha pasado a ser la protagonista en cualquier discusión”, señaló.

Asimismo, Susana Cárdenas, especialista senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comentó que el Acuerdo de París nos da una señal clara, y que estamos en un momento de transición hasta el 2020, que nos exige acelerar nuestra acción climática. “Debemos acelerar los marcos de política y regulatorios, pero también la inversión”. Destacó como oportunidad que el sector energético es clave para la acción climática y la inversión en energías limpias. En ese sentido señaló que 5 de los 10 países líderes en energías renovables a nivel mundial están en Latinoamérica.  

Por su parte, Juan Carlos Arredondo, Director General de Políticas para el Cambio Climático de SEMARNAT, señaló que el tema central de la acción climática es la transformación. “Transitar hacia un desarrollo resiliente y bajo en emisiones en nuestra región no es menor. Esta transformación debe llevar a cambios en decisiones de inversión, de marcos legales, políticas públicas, y de nuestro desarrollo social y económico”, destacó.

Por último, Claudia Octaviano, Coordinadora General de Mitigación del INECC, enfatizó que debemos repensar el desarrollo, es decir, volver a ver  a nuestra región y entender cuáles son sus desafíos y retos. “Este taller se enfoca en cómo vamos a repensar la gobernanza climática por el Acuerdo de París y las metas que nos hemos trazado”. Señaló que la Plataforma LEDS LAC es un ejemplo de cómo catalizar actores en torno a este gran reto.
 
Durante 2 días y medio, quienes participaron en el taller tuvieron la oportunidad de  compartir experiencias y mejores prácticas con respecto a la gobernanza para un desarrollo resiliente y bajo en emisiones, identificar retos comunes, fortalecer capacidades y establecer nexos de colaboración.

El VI taller estuvo organizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (SEMARNAT), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la Plataforma Regional LEDS LAC, y co-organizado con CAF - Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el NDC Partnership.

Sobre la Plataforma LEDS LAC
LEDS LAC es una comunidad de líderes transformadores para un desarrollo resiliente y bajo en emisiones en Latinoamérica y el Caribe. LEDS LAC promueve la formulación e implementación de estrategias nacionales, subnacionales y sectoriales que respondan al mismo tiempo al triple objetivo de promover desarrollo, reducir emisiones e incrementar resiliencia.

Información  de contacto:
Maite Cigarán
maite.cigaran@libelula.com.pe
Sobre el Taller: http://ledslac.org/es/2017/08/vi-taller-regional/
Fotos del Taller: https://www.flickr.com/photos/ledslac/albums/with/72157687765179901
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