UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA DIALLO BOUBACAR
Diallo Boubacar perdió su trabajo de vigilante de una granja en Bamako (Mali) por culpa de unas cataratas bilaterales. La solución a su enfermedad ocular pasaba por una cirugía que no podía pagar. De un día para otro, sin visión, sin ingresos y sin poder mantener a su familia, se convirtió en un indigente. Hasta que alguien le habló de la posibilidad de operarse gratuitamente gracias al apoyo de la Fundación Ojos del mundo, y así lo hizo. Según sus propias palabras, volver a ver ha sido “la felicidad más grande que he tenido en mi vida”. Y también es nuestra felicidad: seguir abriendo más ojos en el mundo cada día.
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