¡A luchar por tus derechos!
En tiempos de más crisis, pobreza y medidas de austeridad, la llegada de la Junta de Control Fiscal provoca una nueva ola de protestas. Con éstas, llega también la respuesta del gobierno que utiliza a la policía para intentar frenar y, a veces, reprimir el derecho que tiene toda persona a manifestarse.
La protesta pacífica es un derecho. Es tan importante que muchas y muchos han llegado a decir que se trata de el primer derecho. Si no podemos exigir y reclamarle al gobierno mejores servicios de salud, vivienda, trabajo, educación y trato digno, ¿dónde quedan aquellos grupos que son cada vez más marginados y pobres? Protestar es también hacer uso del poder de disentir, un derecho fundamental en la democracia.
La frase "tus derechos comienzan donde terminan los míos" es una muletilla que no puede explicar qué ocurre cuando los derechos están en conflicto. Vivimos en una sociedad desigual, donde un grupo de personas tiene mucho más poder que otras. Eso impide que el disfrute de los derechos sea igual. Si esa igualdad no existe, cuando los derechos se enfrentan siempre habrán unos que saldrán ganando y otras que siempre serán calladas.
Para que funcione, la protesta tiene que incomodar. Esto no significa que llegue a tornarse violenta, pero sí busca interrumpir que "las cosas funcionen como lo hacen normalmente". Si una protesta no logra incomodar o cambiar por un tiempo la forma en que las cosas funcionan simplemente nadie la verá y no logrará su objetivo. Esto es así no sólo cuando protestan grupos grandes en la calle, sino cuando usted o cualquier persona decide manifestar su disgusto hacia una acción o conducta. Pensemos en las madres que deciden mantenerse en los portones de las escuelas hasta que le nombren maestros de educación especial a sus hijas y el derecho de cualquier persona a exigir que en la oficina de gobierno, negándose a salirse de la ventanilla de servicio, le expliquen por qué le quieren facturar tres o cuatro veces la cantidad de agua o luz que utilizó.
Quizás estas personas podrían escribir una carta, querellarse, ir a un tribunal, o elegir otros gobernantes en las elecciones. Pero estos mecanismos, aunque importantes, no siempre rinden resultados que consideren a las personas más afectadas por la pobreza y la crisis. A veces, la única manera que tienen estas personas de manifestarse contra la desigualdad y la injusticia, es interrumpiendo el flujo normal de las cosas, manifestándose, protestando.
En ayudalegalpr.org nos mantenemos vigilantes a la lucha de quienes salen a la calle a defender sus derechos. Dedicamos este boletín al derecho a la protesta y al manejo de las manifestaciones por parte de la policía. De paso, incluímos información sobre el Taller Legal Abierto: El derecho a la educación especial y sobre los esfuerzos de Espacios Abiertos en relación a la Reforma de la Policía. ¡Seguimos!
- Lcda. Ariadna M. Godreau-Aubert,
Coordinadora de Acceso a la Justicia de Espacios Abiertos
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