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  Novedades
Faltaban 2 horas para salir y recibimos un llamado: era Sara anunciando que tras
varios días de lluvia, probablemente los caminos de ingreso a la escuela iban a
estar intransitables...
Luego de discutirlo con el equipo de trabajo, se tomó la decisión de viajar.
Llegamos pasadas las 10 de la mañana, tras largas horas de micro...
Nos hospedamos en la escuela, como siempre, y sin perder tiempo fuimos al
encuentro con las familias para asignar turnos de control y evaluación nutricional
y aprovechar la tarde para charlar con ellos y reforzar el vínculo.
Al otro día bien temprano, comenzamos a evaluar a los chicos, controlando peso,
altura y también realizando consejería. Si bien muchos continúan en situación de
riesgo nutricional, se vió que algunos de ellos mejoraron notablemente.
Además, no se puede dejar de destacar el interés de las madres desde el primero
de nuestros viajes, trayendo a sus hijos y poniendo en práctica los consejos
recibidos en otras oportunidades.
Por la tarde llegó el momento más esperado por la comunidad: ¡los talleres!.
Daniel se dividió con las mamás para trabajar sobre los distintos tipos de grasa, diferencias entre ellas y su importancia en la salud y crecimiento de los chicos.
Se hizo hincapié en un problema detectado y compartido en varias familias: el elevado consumo de preparaciones a base de harina y grasa animal, variables relacionadas
con el sobrepeso y la obesidad. Se les preguntó a las mamás cómo y qué preparaciones realizan, partiendo de sus prácticas habituales para poder evaluar y dar ideas
de mejora. Las mamás se dividieron en 6 grupos, con la consigna de elaborar
distintas variantes de pan: panes caseros con aceite vegetal, panes saborizados
con orégano, con paleta y pan árabe.
Daniel fue orientando a las mamás enseñándoles las variantes, a través de la entrega
de un recetario y en el medio explicando las ventajas nutricionales de cada caso.
¡Fue un momento muy dinámico y divertido! Se logró la puesta en práctica, con buena participación de las mamás, quienes mostraron mucho interés en modificar sus
costumbres.

Mientras tanto, Ana estaba con los chicos llevando a cabo actividades relacionadas
con la higiene bucal, otro problema detectado en viajes anteriores.
Mediante juegos, los chicos aprendieron qué acciones mejoran la salud de los
dientes y qué hábitos los dañan. Acto seguido, se les enseñó la técnica de lavado
y se les obsequió un cepillo a cada uno y pasta dental para cada familia.
La jornada se cerró con una merienda donde todos degustamos los pancitos y la
posterior entrega de canastas de alimentos.
La mañana siguiente, con mate bajo el brazo, caminamos 2 kilómetros hacia el
anexo, para continuar la atención en consultorio. Se atendieron a los nenes más
pequeños, entregando leches de fórmula para los primeros meses de vida, evaluando nutricional y clínicamente y se haciendo foco en la introducción de los primeros alimentos, remarcando su importancia.  
Cuando finalizamos la atención, nos esperaban muchos abrazos, cartitas y besos,
algunas fotos para recordar el momento y de ahí emprender el regreso a casa.


Te invitamos a hacer click en "el comedor" para conocer la historia del comedor

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