Número 80

¿Qué le pareció el proceso de reserva?
 

El otro día una web de alquiler de coches me pidió que valorara de 1 a 5 cómo de emocionante había sido mi proceso de reserva. Emocionante, decía. ¿Puede un proceso de reserva de un vehículo ser emocionante? Es más, ¿debe siquiera aspirar a emocionar? ¿Qué clase de vida de mierda piensan que tenemos para que un proceso de reserva de un coche tenga que ser valorado como emocionante? ¡Y ni siquiera podía ponerle un 0! Tenía que darle al menos un 1 ¡Yo no quiero darle un 1 de emoción a un proceso de reserva de un coche! Porque resulta que si ahora empiezo a valorar como emocionante eso, toda mi escala de lo que es o no es emocionante se devalúa sin remedio. Si un proceso de alquiler de coche resulta que es al menos un 1 de emocionante ¿dónde coloco en esa escala a mi primer beso, mi primera montaña rusa, asistir al parto de mi hija o vivir la muerte de mi abuela?

Quizá estoy siendo dramático, pero es que tu proceso de reserva no me ha emocionado nada. Ni pienso que tuviera que hacerlo. Ha sido rápido. Ha funcionado. He reservado. Pim, pam, listo: a otra cosa. Yo sé que últimamente barro poco hacia el lado de lo funcional y puede que si consigo irme a Cádiz de vacaciones regrese menos Ulm de lo que estoy ahora, pero es que las emociones son cosas muy serias como para estar desperdiciándolas en el proceso de reserva de un puñetero coche.

La prueba del delito

Nº 80 publicado gracias a Instituto Tramontana

Los enlaces.

Diseñar con alegría.

Si uno pregunta cómo debería ser el diseño de una interfaz, pocas personas responderían que alegre. Tampoco emocionante, como comentaba arriba. Veis que últimamente no paran de salir artículos, post, charlas sobre cómo el haber cedido todo el espacio a la funcionalidad y a la productividad no ha sido la panacea que nos prometían en el diseño de interfaces. Pues bien, César García Gascón pone el dedo en esa llaga en este artículo.

Las interfaces, salvo excepciones, ya no se caracterizan por tener elementos que descubrir, nuevas maneras que explorar o resolver. No queda nada humano en ellas. No le falta razón a César aunque hoy esté un poco del otro lado. Mi duda aún con este movimiento por la reconquista de la disfrutabilidad que está brotando es si es algo demandado por los usuarios, o si simplemente es que los diseñadores nos estamos rebelando en contra de lo que se ha convertido nuestro trabajo. No tengo claro que mi suegra o mi hija quieran alegría en WhatsApp o en la app de Disney+ por encima de facilidad de uso. Yo tampoco quería alegría al reservar el puñetero coche.

GPT-3.

Si has vivido el último mes en una cueva y no has leído nada de GPT-3, te recomiendo dos artículos para tener una visión rápida de lo que puede suponer para el diseño. El primer post te sirve como resumen de las noticias que han ido saliendo sobre esta ¿IA? y posibles aplicaciones sobre herramientas de diseño como Figma o sobre lenguajes como HTML. El segundo, es una reflexión de Mark Mackay sobre el cambio de roles en los puestos de diseño con la entrada de una inteligencia artificial así.

A mí con todo esto lo que me surge es la siguiente duda: ¿Hay alguien que más allá de preguntarse sobre qué posibilidades abre GPT-3 se esté preguntando si deberíamos tener una herramienta así? Porque, otra vez más en la historia del progreso tecnológico: que podamos construir algo no significa que debamos construirlo.

Iconos!

Teenyicons es una nueva colección de iconos con la particularidad de estar construidos sobre un grid de 15x15 y 1px de borde. Desde luego no son iconos para cualquier interfaz, pero si necesitas iconos que se vean bien en tamaños muy reducidos, es un gran trabajo el que ha hecho Anja van Staden. Por cierto, algunos carajotes se han dedicado a acosarla en twitter porque pensaban que los iconos eran de 1px de tamaño. Conclusión: hay más tontos que botellines.

Fomentar la diversidad y la inclusión.

EqualOpportunity.work es un portal* de ofertas de trabajo en remoto con el foco puesto en las empresas que favorecen y se posicionan a favor de la diversidad y la inclusión. Un excelente trabajo hecho por Tanya Yakovleva, una frontend developer que saca los colores a grandes players de este sector que no han movido un dedo por algo así. La web todavía está incompleta y no puedes postear ofertas, pero sí consultar. También es muy útil seguir su cuenta en twitter para descubrir puestos y empresas que celebran estos valores.

*¿Queda alguien que diga portal?

Buenas prácticas en el diseño de formularios.

Creo que este post de Geri Reid, lead visual designer de uno de los mayores bancos ingleses, recopila prácticamente todo lo que alguien tiene que saber sobre cómo diseñar formularios online. Qué hacer y qué no hacer y dónde consultar. Obviamente con mucho foco puesto en la accesibilidad ya que es uno de los puntos más delicados y complejos de un producto digital. Si estás con tus primeros diseños en este sector y vienes del diseño gráfico, es obligado que te empapes de esto. Entender bien cómo hay que diseñar este tipo de componentes y patrones te hace cambiar el chip.

Typecalculator.

Typecalculator es una sencilla herramienta online para calcular la escala tipográfica en una web. Hay bastantes herramientas así, pero esta, quizá es de las más sencillas de usar. Si no te quieres perder en configuración de parámetros complejos que quizá no domines y simplemente quieres una escala que visualmente sea elegante, deberías echarle un ojo.

Kintsugi y Star Wars.

El otro día volví a ver The Rise of Skywalker en un intento de reconciliarme con el final de la saga. Spoiler: no lo ha hecho. No había vuelto a ver la película desde que fui al estreno en su momento y me llamó la atención algo que se me pasó por completo cuando la vi por primera vez. El tema está en que Kylo Ren reconstruye los pedazos de la mascara de Vader que había roto en el episodio anterior. No lo hace de cualquier modo, sino que lo hace dejando ver las marcas de las fracturas. Esa manera de recomponer algo roto es lo que se conoce como Kintsugi: una técnica japonesa de reparación de las "heridas" de un objeto roto sin disimular sus "cicatrices", sino poniéndolas en valor. Es fácil vislumbrar toda una manera de entender el mundo detrás de una técnica o arte así. Una metáfora de una manera de vivir que viene muy bien al personaje de Ren. Os dejo con un podcast que hablaban sobre ello cuando salió el trailer de la película. Aunque ya conocía el Kintsugi, no lo relacioné en su momento. Me ha parecido un detalle curioso.

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Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero, en casa y, por favor, ponte la mascarilla.

En número #80 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
Trance Frendz – Ólafur Arnalds, Nils Frahm

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