No sé si alguno/a se habrá dado cuenta o no, pero esta última semana he estado totalmente desaparecido y he dejado El Imperdible algo abandonado. Es lo que tienen las mudanzas; absorben todo tu tiempo y energía. Por suerte no sólo he terminado de llevar todos mis chismes (que no son pocos) si no que ya estamos instalados. Bueno, más o menos que todavía nos queda por colocar media casa.
Con lo friki que soy de la papelería os podéis imaginar la de vueltas que he dado con el escritorio. Todavía tengo que poner todas mis pijadas, pero estoy totalmente enamorado de él. Pero sobre todo estoy emocionadisimo por poder jubilar la tabla de Ikea y el cartón pluma que usaba como atrezzo para sacar las fotos hasta ahora…
Dicho esto, además de muchos lanzamientos, esta semana (bueno, la pasada) he salido en busca del cuaderno de trabajo perfecto.
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