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Número 117 - Bruselas, 3 de junio de 2022


Una newsletter de Nacho Alarcón. Puedes suscribirte aquí

Es viernes y este es el número 117 de Nexo Europa, la newsletter semanal de actualidad y análisis de asuntos europeos. La semana pasada no hubo edición porque fue festivo en las instituciones europeas, pero hoy volvemos con fuerzas renovadas tras una semana muy cargada con un Consejo Europeo los primeros días y una actualidad marcada por las sanciones a Rusia, el referéndum en Dinamarca y el desbloqueo de los fondos a Polonia. 
 



Sanciones, al fin

El lunes y el martes se celebró en Bruselas un Consejo Europeo extraordinario convocado tras la reunión de Versalles y que originalmente se había pensado para discutir sobre la Europa de la defensa. Sin embargo, el gran punto de la reunión fue el sexto paquete de sanciones, el que incluye un veto al petróleo ruso, sobre el que los líderes europeos alcanzaron un acuerdo político para acelerar su adopción. 

El domingo por la tarde fuentes comunitarias explicaban que la propuesta sobre la que estaban trabajando los embajadores de los Veintisiete ya establecía una exclusión para el oleoducto de Druzhba, que conecta Almétievsk, al sur de Rusia, con Centroeuropa. ¿La razón? Ya saben cuál es: Hungría. Tanto ella como República Checa y Eslovaquia muy dependientes del petróleo ruso y sin salida al mar ni infraestructura para obtener suministros alternativos. Por eso la Comisión les ofreció en un primer momento más tiempo para aplicar el embargo, pero no era suficiente para el Gobierno húngaro. 

Muchos veían la excepción del petróleo llegado por Druzhba como la carta en la manga del resto de la UE para convencer a Orbán, un último recurso en caso de bloqueo. Sin embargo, la Comisión se vio obligada al final a utilizar esa carta. Los embajadores volvieron a reunirse el lunes por la mañana y terminaron de perfilar las líneas generales del compromiso que querían presentar a los líderes: las importaciones de petróleo ruso por vía marítima se detendrán a finales de año mientras que las que lleguen por oleoducto quedarán exentas por el momento. 

A su llegada al Consejo Europeo Orbán, que ya había obtenido la exención que solicitaba, decidió jugar sus cartas y presionar todavía más a sus homólogos europeos, solicitándoles garantías adicionales en caso de que el oleoducto de Druzhba tuviera algún tipo de problema derivado del conflicto en Ucrania, ya que la infraestructura cruza el país invadido por Rusia. A última hora del lunes fuentes diplomáticas admitían que el resto de líderes habían cedido a las peticiones del primer ministro húngaro y habían cambiado el texto de conclusiones para acomodar las preocupaciones de Budapest, aunque dando a entender que Hungría no podría tomar medidas de forma unilateral. 

A diferencia de en otras ocasiones esta vez no había enfado con el primer ministro húngaro. No se trataba de un tema político, de un intento de Orbán por obstruir el buen funcionamiento del Consejo Europeo o del líder magiar jugando sucio para sacar tajada. Sus homólogos entendieron que estaba negociando para intentar proteger a los consumidores húngaros, lo mismo que el resto de jefes de Estado y de Gobierno intentan proteger a los suyos. 

“Creo que para tener una imagen completa tenemos que reconocer que están en una posición difícil porque están usando petróleo ruso. Y debido a que sus refinerías solo están trabajando en este crudo (el ruso) en particular”, admitió Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, que suele ser uno de los más críticos con el líder húngaro. Esa era la sensación, de comprensión, al menos hasta el miércoles (pero sobre eso volveremos un par de párrafos más abajo). 

En general en Bruselas había mucha satisfacción con el acuerdo. Las importaciones marítimas representan dos tercios del petróleo que recibe la Unión, y, además, el ramal norte de Druzhba, que llega a Alemania y Polonia, no será utilizado, ya que ambos países se han comprometido a no hacer uso de la excepción que servirá para que Hungría, República Checa y Eslovaquia sigan recibiendo crudo. Eso, según la Comisión, elevará el embargo al petróleo ruso al 90% del total.

Además, el sexto paquete de sanciones incluía otras medidas, como la desconexión de más bancos rusos del sistema de comunicaciones financieras SWIFT (del que hablamos tanto hace algunos meses pero que hoy ya casi hemos olvidado) así como nuevas sanciones individuales contra personas del círculo cercano de Vladímir Putin, presidente ruso, que han sido claves para justificar la invasión, como el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill. También está incluido en la lista el coronel Azatbek Asanbekovich Omurbekov, al que la Unión Europea hace responsable de la masacre de Bucha.

Las sanciones, en todo caso, no quedaron zanjadas con el acuerdo político del Consejo Europeo del lunes. El miércoles los embajadores representantes permanentes se reunieron y descubrieron que Hungría quería más concesiones: tiempo adicional para la importación de productos refinados utilizando petróleo ruso (algo que preocupaba el resto de Estados miembros por considerarlo peligroso para el mercado interior), además de eliminar el nombre del patriarca Kirill de la lista de personas sancionadas. 

El asunto quedó zanjado el jueves cuando el resto de los embajadores representantes pasaron por el aro de Orbán, una vez más, y acabaron por aceptar la eliminación del nombre de Kirill, si bien fuentes diplomáticas francesas admitían que el resto de los Estados miembros han “lamentado” la decisión, pero que la han aceptado por “pragmatismo”. La paciencia que los líderes mostraron con el primer ministro húngaro en la cumbre de principios de la semana se había agotado ya el miércoles cuando los diplomáticos descubrieron que su colega húngaro seguía bloqueando el paquete con otras razones. Orbán sabe cómo se juega a esto (para eso es veterano) y casi siempre consigue ganar. 

Viktor Orbán durante un Consejo Europeo. (Fuente: Consejo Europeo)

Paz polaca

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha decidido firmar una tregua con Polonia en su pulso por el estado de derecho. Desde hace algún tiempo venimos contando que Varsovia ha cambiado de actitud, que dentro del Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS) hay sectores que opinan que Polonia no puede seguir enfrentada al resto de la Unión Europea, lo que ha hecho que haya acercamiento con el equipo de la presidenta. A todo ello hay que sumar que el país se ha convertido en el líder ‘de facto’ del grupo de Estados miembros que piden más ambición y mano dura contra Rusia por la invasión de Ucrania, lo que le ha dotado de un enorme capital político. 

Von der Leyen hizo que el colegio de comisarios de esta semana votara a favor de desbloquear el Fondo de Recuperación para Polonia y que hasta ahora el Ejecutivo comunitario mantenía bloqueado por los ataques del Gobierno polaco a la independencia judicial. El equipo de la presidenta es el que ha llevado las riendas del acercamiento a Varsovia y en consecuencia hay todo un sector de la Comisión, los que han estado siguiendo y trabajando sobre este dossier desde hace años, que no han entendido este movimiento. De hecho en el colegio de comisarios hubo varios votos en contra y oposición por parte de miembros de muy alto nivel como los vicepresidentes ejecutivos Frans Timmermans (que llevó todos los asuntos de estado de derecho entre 2014 y 2019) y Margrethe Vestager. De la cúpula de tres vicepresidente ejecutivos Von der Leyen solamente tiene el apoyo de uno en esta medida: el popular Valdis Dombrovskis, al que, de hecho, la alemana puso ahí para equilibrar a los otros dos, un socialista holandés y una liberal danesa. 

El equipo de la presidenta defiende que el desbloqueo de los casi 36.000 millones de euros del fondo para Polonia se ha hecho a cambio de garantías para la judicatura del país. Varsovia se compromete, según el Ejecutivo comunitario, a que todos los casos disciplinarios contra los jueces sean “resueltos por un tribunal diferente de la actual Sala Disciplinaria (...) que sea independiente, imparcial y establecido por la ley”. Asimismo, Bruselas defiende que el Gobierno ha aceptado que los magistrados no puedan “ser objeto de responsabilidad disciplinaria por presentar una petición de decisión prejudicial al Tribunal de Justicia, por el contenido de sus decisiones judiciales”. Además, el Ejecutivo comunitario subraya que el acuerdo fortalece “los derechos procesales de las partes en los procesos disciplinarios”, además de que todos los jueces “afectados por las sentencias anteriores de la Sala Disciplinaria - que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha pedido que sea disuelta - tendrán derecho a que estas sentencias sean revisadas sin demora por un tribunal que cumpla con los requisitos de la UE”.

Los críticos explican que los cambios que ha realizado hasta el momento el Gobierno son insuficientes, y que en realidad ni ha desmantelado ni pretende desmantelar la Sala Disciplinaria, sobre la que ha aplicado cambios menores que son fácilmente reversibles. Otros creen que es un movimiento de ‘realpolitik’ necesario. La presión de cada desembolso, defienden, puede ayudar a forzar que los cambios sean reales. Se trata, además, de explotar las posibles diferencias dentro del Gobierno del PiS entre el ala que defiende la necesidad de firmar una tregua con Bruselas y aprovechar el papel central que podría tener el país en el tablero europeo, y el ala más reaccionaria, liderada por el ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, y que defiende el choque total con las instituciones europeas. 

Von der Leyen durante su visita a Varsovia. (Fuente: Comisión Europea)
Cajón de sastre
  • Dinamarca dice ‘estoy in’: los daneses han votado de forma masiva a favor de participar en la política común de seguridad y defensa europea, acabando así con tres décadas de excepción de las que había disfrutado el país nórdico. El 66,9% de los daneses ha votado a favor confirmando un enorme giro en la opinión pública del país generado por la invasión rusa de Ucrania, una réplica de los cambios en Finlandia y Suecia respecto a la OTAN. La clase política danesa ha empezado a ser consciente en los últimos meses de que la política europea de los próximos años va a girar sobre la seguridad y la defensa y estar fuera de la Cooperación Estructurada Permanente automáticamente se traduce en quedarse en los márgenes del núcleo duro de la UE. Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca, celebró el resultado. “Una abrumadora mayoría de daneses ha votado sí a eliminar la excepción en defensa. Eso significa que ahora Dinamarca podrá participar en la cooperación europea sobre defensa y seguridad. Estoy muy contenta”, aseguró. Miembros de su Gobierno no las tenían todas consigo semanas antes de la votación por el alto número de indecisos que arrojaban las encuestas. 
     
  • Sentencia del Popular: el Tribunal General de la UE (TUE) ha desestimado este miércoles la totalidad de los recursos de anulación presentados contra la disolución del Banco Popular, que fue intervenido por la JUR (Junta Única de Resolución) la noche del 6 de junio de 2017 tras sufrir una crisis de liquidez y ser considerado inviable. La decisión del TUE puede ser recurrida ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), pero lo cierto es que la sentencia del alto tribunal de Luxemburgo es demoledora y derriba todos los argumentos de los demandantes al considerar que el JUR y la Comisión Europea actuaron correctamente y de forma diligente y subrayando que "la insolvencia de la entidad no es un requisito para considerar que tiene graves dificultades o que probablemente vaya a tenerlas”. Podéis ampliar información aquí
     
  • Cumpleaños feliz a la EPPO: la Fiscalía Europea ha cumplido un año y ha anunciado que ha abierto por ahora 929 investigaciones y concedió órdenes de embargo por valor de 259 millones de euros. La EPPO en ocasiones ha entrado en conflicto con las autoridades nacionales de los 22 Estados miembros que participan, como se ha visto en España con el caso de las famosas mascarillas de la Comunidad de Madrid. Se acordó en 2017 y se puso al frente a la rumana Laura Kövesi.
     
  • Euros croatas: Croacia empezará a utilizar el euro el próximo 1 de enero de 2023 después de que la Comisión Europea certifique que cumple con todos los criterios de convergencia. Desde el 10 de julio de 2020 la kuna, la moneda croata, forma parte del mecanismo de tipos de cambio. Paolo Gentiloni, comisario de Economía, calificó la decisión de “hito histórico en la trayectoria europea de Croacia”. “El pueblo croata puede ahora esperar unirse a los más de 340 millones de ciudadanos que ya utilizan el euro como moneda, una roca de estabilidad en estos turbulentos tiempos. Y en el año en que celebramos el vigésimo aniversario del nacimiento del euro como moneda física, la zona del euro en su conjunto puede ahora dar la bienvenida a su vigésimo miembro”, explicó Gentiloni en una rueda de prensa celebrada en Bruselas.
     
  • El club del gas cortado: Países Bajos y Dinamarca se han sumado a Polonia a Bulgaria en el club de Estados miembros a los que Gazprom ha cortado el suministro por negarse a pagar en rublos como exige un decreto presidencial ruso. Gazprom anunció el corte de las principales operadoras de ambos países: GasTerra y Shell Energy en Países Bajos, y Orsted en Dinamarca. "Shell no ha aceptado las nuevas condiciones de pago establecidas por Gazprom. Nos esforzaremos por continuar abasteciendo a nuestros clientes en Europa a través de nuestra cartera diversificada de suministro de gas. Shell continúa trabajando en una retirada gradual de los hidrocarburos rusos", ha señalado la compañía holandesa. Aunque los líderes no han discutido sobre las sanciones contra el gas ruso (que representa muchos menos millones de euros que el petróleo) lo cierto es que la cuestión puede ser incluso más divisiva a medio plazo si algunos Estados miembros pasan por el aro del pago en rublos aprovechando que las indicaciones de la Comisión Europea al respecto son consideradas por muchos como demasiado confusas. 
     
  • Seguridad alimentaria y sanciones: Macky Sall, primer ministro de Senegal y presidente de la Unión Africana, habló ante los jefes de Estado y de Gobierno durante el Consejo Europeo sobre la crisis alimentaria. Ucrania es el quinto mayor exportador de grano del mundo y desde el inicio de la guerra sus puertos están bloqueados por el ejército ruso, poniendo contra las cuerdas de la hambruna a los países más vulnerables. Putin asegura estar dispuesto a permitir la salida del grano a cambio de que se levanten las sanciones, que también están complicando las exportaciones desde Rusia, que es el principal exportador global. Sall ha señalado que efectivamente las sanciones complican las importaciones de grano ruso. “Me gustaría decirles que nuestros países están muy preocupados por los efectos colaterales de la interrupción causada por el bloqueo del sistema de pago de Swift debido a las sanciones”, explicó durante su discurso. Podéis leer más aquí
     
  • Lobistas rusos no bienvenidos: el Parlamento Europeo va a vetar la entrada a los lobistas de compañías e intereses rusos, según ha anunciado Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara. “No debemos permitirles ningún espacio para difundir su propaganda y narrativas falsas y tóxicas sobre la invasión de Ucrania”, ha señalado la maltesa tras una reunión de la conferencia de presidentes de la Eurocámara. La presidenta “ha ordenado a los servicios del Parlamento que investiguen a otras empresas rusas cuyos representantes podrían difundir información falsa sobre la guerra en Ucrania o tratar de eludir las sanciones impuestas a nivel europeo”. 
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