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La justicia extremeña decide hoy la custodia definitiva de las hijas de Sara B. B.
En las últimas semanas hemos visto ejemplos desgarradores de violencia vicaria contra las mujeres. En el caso de Sara, además, las instituciones no la han protegido a ella y a sus hijas, a las que no ve desde 2019
18/06/2021

Este viernes 18 de junio, la justicia extremeña anunciará las medidas definitivas de guarda y custodia de las hijas de Sara, la última oportunidad para que pueda recuperar el contacto con las niñas tras más de dos años sin verlas ni hablar con ellas.

En abril, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Zafra (Badajoz) aplazó por cuarta vez el juicio, un retraso inexplicable anunciado pocos días antes. Mientras tanto, Sara lleva cinco años inmersa en un proceso legal cargado de violencia vicaria y violencia institucional.

En las últimas semanas hemos visto ejemplos desgarradores de cómo las mujeres se enfrentan a ambas formas de castigo.

En el País Vasco, Irune Costumero ha logrado sentar en el banquillo a los funcionarios de la Diputación Foral de Bizkaia que la separaron de su hija aplicando el inexistente Síndrome de Alienación Parental (SAP). Están acusados de prevaricación administrativa, maltrato y lesiones psíquicas.

En Tenerife, Beatriz, la madre de Anna y Olivia, ha sido golpeada de la forma más miserable por su expareja. “A mí me han dejado viva para que sufra de por vida”, ha escrito.

Eso es la violencia vicaria: usar a los hijos e hijas para ejercer una retorcida forma de violencia machista.

En el caso de Sara, su expareja no deja que vea a las niñas desde abril de 2019, aunque no existe ninguna orden de alejamiento ni de incomunicación. La policía se las quitó brutalmente después de que él la denunciase por falso secuestro cuando Sara decidió interrumpir las visitas de la niña mayor. Lo hizo para protegerla, puesto que la niña empezó a verbalizar que sufría abusos. Las juezas que ordenaron el arrancamiento han sido sancionadas por el Consejo General del Poder Judicial, pero Sara sigue sin ver a sus hijas.

Desde #MamáEstáCastigada seguiremos de cerca la resolución del juicio y continuaremos trabajando, sea cual sea la decisión del tribunal, para exigir justicia y reparación urgente para Sara y para todas las madres que, como ella, han sido condenadas por proteger a sus hijos e hijas.

 

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