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Viernes de Insight


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Viernes de Insight - versión audio

 


Seis de la mañana.

Te despiertas cansada para ir a trabajar y luego de lavarte la cara y los dientes, vas rápidamente a la cocina para montar tu café con leche de costumbre.

Dejas el agua calentando y te vas a vestir. Cuando vuelves a la cocina terminas de preparar tu elixir mañanero y cuando le das el primer sorbo, recibes en tu teléfono una notificación de Twitter:
 

Última hora: Gobierno de [tu país] declara que a partir de este momento la cafeína será considerada una droga ilegal y que todo el que la consuma deberá pagar sentencia en la cárcel.
 

Lo lees insultada y por un segundo piensas que es mentira. Enseguida confirmas que la noticia está en toda la red y que incluso se está anunciando en los noticieros de la tele. Es real.

Justo o no, la cafeína acaba de pasar a ser ilegal, lo que quiere decir que en este preciso momento estás en posesión de una sustancia que podría llevarte a prisión. La pregunta es: ¿Terminarías de tomarte tu café?

 

La Reflexión de la Semana: café ¿Bebida inofensiva o droga encubierta?


¿Alguna vez se te ha pasado por la mente que la cafeína es una droga?

Según Google, una droga es una «sustancia que se utiliza con la intención de actuar sobre el sistema nervioso con el fin de potenciar el desarrollo físico o intelectual, de alterar el estado de ánimo o de experimentar nuevas sensaciones, y cuyo consumo reiterado puede crear dependencia o puede tener efectos secundarios indeseados».

La cafeína encaja a la perfección con esta definición: afecta nuestro sistema nervioso, altera nuestro ánimo y si no controlamos nuestro consumo, es (muy) capaz de crear dependencia.
 

¿Qué opinan los lectores de Viernes de Insight?

En una encuesta realizada a los lectores, el 73% indicó que al menos se le ha pasado por la cabeza la idea de que la cafeína es una droga mientras que un 20% dijo que está convencido de que lo es. 

Mi recomendación es que no te asustes si eres parte de ese 73% que está entre y no y ahora te encuentras con este artículo que confirma tus sospechas. 

Sí, técnicamente eres un usuario regular de drogas, pero lo único que importa es la pregunta a continuación.

¿Que sea una droga significa que es mala?


Para nada. Al igual que con el alcohol, el azúcar o la marihuana, el problema no está en la sustancia sino en el uso que le demos.

Si eres capaz de controlar la cantidad de café que tomas y la regularidad con la que lo haces, podrás disfrutar de una de las mejores drogas creadas por la naturaleza, cuyos efectos son suficientemente fuertes como para reconocerlos y disfrutarlos y al mismo tiempo suficientemente leves como para seguir siendo funcionales en nuestras actividades diarias... E incluso más productivos.

Pero justo esa ventaja del café es la que lo convierte en una trampa: sus efectos no son tan altos como para llamar la atención ni tan bajos como para ser despreciados. Los humanos nos llevamos fatal con esta combinación y en muchos casos nos lleva a las peores situaciones imaginables.

Tomemos como ejemplo el COVID: era peligroso, pero no tanto como para matar a toda la población. Gracias a eso muchos gobiernos no lo tomaron en serio cuando apareció y permitieron que se expandiera mucho más de lo que debería haberlo hecho. Resultado: una catástrofe mundial que mató a millones de personas y de la que muchos países no se han recuperado.

Esto no hubiera pasado si la tasa de mortalidad producida por el coronavirus hubiera sido del 98%. Si hubiera matado a nueve de cada diez personas en lugar de 1/10, la pandemia hubiera durado dos meses en lugar de dos años y contando.

Lo mismo pasa con el estrés, con el tabaco y con la falta de sueño: matan lento, por lo que es fácil caer en hueco y no darnos cuenta hasta que es demasiado tarde.

Afortunadamente el café no es tan dañino como estas cosas. Al menos para la mayoría de la gente.

Lo único que necesitamos para no volvernos adictos es un poco de información y la intención de cuidar nuestra salud.
 

3 señales de que eres adicto al café


«Adicto» es una palabra fuerte. Mejor utilicemos «dependiente», que no es del todo buena pero al menos no te hace imaginar a un junkie inyectándose heroína.

3 señales de que eres dependiente a la cafeína son:

1. No rindes igual / no te sientes bien si no la consumes.

2. La consumes todos los días salvo excepciones.

3. Tomas más de una taza de café al día y lo haces cada vez que te sientes un poco decaído/a.

Al momento de escribir este artículo yo mismo estoy atravesando cierta dependencia a la cafeína.

La consumo entre cuatro y cinco veces a la semana y cuando no lo hago es un esfuerzo consciente. 
 

«Ok, ayer y antes de ayer tomé café así que hoy no le doy. Fino».


Siempre y cuando pueda mantenerme de esta manera, todo está bajo control.

De vez en cuando me entra una loquera y me provoca tomarme un café a las seis de la tarde, pero teniendo en cuenta que posiblemente afecte mi sueño y no pueda dormir tan sabroso necesito, muy rara vez caigo en la tentación y me tomo un con leche en la tarde.

Qué es para ti el café


Un paso importante a la hora de controlar el uso de cualquier sustancia es entender qué significa para nosotros.

El alcohol es para muchos una puerta hacia la despreocupación y felicidad.

El azúcar es sinónimo de alegría en los ojos de la mayoría.

Las drogas psicodélicas son una vía hacia el autoconimiento según los psiconautas.

Asimismo, el café es mucho más que una bebida dulce para empezar el día: es un ritual, un hábito que simboliza una mañana bien comenzada, un regalo que nos damos a nosotros mismos antes de empezar a echarle pichón a las tareas que tenemos por delante.

Algunos lectores afirmaron en la encuesta que para ellos significa energía. Otros dicen que es un ritual que les da fortaleza y activa su día. Otros dicen que es una simple bebida y que no va más allá de un placer momentáneo.

¿Qué significa para ti? Tenlo siempre en cuenta porque de eso va a depender tu control sobre él.

Si tú lo ves como un ritual, perfecto. Entiende que es así y no lo consumas compulsivamente porque eso haría que dicho ritual perdiera su belleza.

Si lo ves como una simple bebida, bien también. Solo no la subestimes y no permitas que lo que hoy es un gusto se convierta mañana en una adicción.

El café es increíble. Yo lo apoyo con mucha fuerza.

Solo me gustaría ver a más gente entendiendo sus limitaciones y no abusando de él.

Que hubiera menos gente que me dijera «es que yo sin un café en la mañana no funciono».

Menos estudiantes tomándolo en las noches para mantenerse despiertos aunque eso afecte su sueño y su salud en general.

Más personas promoviendo su uso inteligente.

Más conciencia...

Todo eso es posible y seguramente sucederá en los próximos años. La información corre cada vez más rápido en internet y a este paso resolveremos casi todos (o todos) nuestros problemas relacionados con las drogas.

Quizás esta sea la primera vez que leas acerca de este tema.

Quizás no.

Pero con casi total seguridad, no será la última.

Por ahora quédate con la idea de que el abuso del café puede crear dependencia y ya estarás advertida/o.

Entiende qué significa el café para ti y podrás manejarlo con mucha más libertad.

Disfrútalo. No abuses de él.

Un cafecito con leche en la mañana junto con un buen desayuno no se le niega ni a tu peor enemigo, así que en lugar de negártelo, disfrútalo en su medida y recházalo cuando valga la pena hacerlo.

 

La encuesta


Estoy sorprendido por la buena receptividad que hubo con la última encuesta para escribir esta edición de La Reflexión de la Semana.

Gracias a todos por votar. Mantengamos el ritmo.

El tema de la semana que viene será el ejercicio y por qué nos cuesta tanto hacerlo. Esto está relacionado con el PDA del que hablo en el artículo El poderoso truco psicológico para adquirir todos los hábitos que siempre has querido.

La encuesta de esta semana es parecida a la anterior, de selección simple y respuestas cortas.

Aquí tienen el enlace para que vayan a votar y dejar sus opiniones al respecto:

Encuesta.

Así termina otro Viernes de Insight. 

Nos vemos la próxima semana para hablar del fucking ejercicio y por qué es tan difícil hacerlo.

Hasta el viernes.

Alex.
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