Después de habernos aventurado a explorar con Nietzsche esttas cuestiones difícils de la verdad, el lenguaje y la realidad, ¿cómo no hacer lo propio con Borges? «El idioma analítico de John Wilkins» es la perfecta expresión del Borges bibliotecario, del Borges fascinado por el poder mágico de las palabras y su conexión misteriosa con el mundo.
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