Con calma y a fuego lento, así se puede titular la carrera que esta viviendo nuestro protagonista de hoy. El especialista de Brecht está ante su último año como sub23 y está confirmando todo lo que ha ido demostrando a "cuentagotas".

El tiempo y el propio Niels están dando la razón a los hermanos Roodhooft, managers del actual Alpecin-Fenix, en su apuesta. Un especialista duro, con oficio en circuitos duros y embarrados. Este año, después de una temporada pasada rara por el coronavirus, se ha producido la explosión pudiendo estrenar su palmarés elite en el segundo día del Jingle Cross en los Estados Unidos. Además de ello lleva ni más ni menos que 4 top10 en pruebas de la Copa del Mundo Elite, toda una muestra de la calidad que atesora en sus piernas

Pero el camino hasta aquí para Niels no ha sido fácil. La presión de ser belga y tener talento puede llegar a pesar, y mucho. En los años previos siempre ha mostrado destellos pero también siempre le faltó regularidad. En las citas importantes no llegaban los resultados hasta el punto que no ha pisado el podio en ninguno de los mundiales que ha disputado y ha tenido que "esperar" a este año a subirse al podio en el europeo. Un título que los belgas perdieron por no tener claro que lo importante era ganar. 

Como hemos comentado, esta temporada todo parece que encaja, aunque no parece que vaya a ser un ciclista ganador, sí que está empezando a perfilar como un ciclista seguro y regular. Algo que quizás hasta ahora no parecía posible pero en lo que los hermanos Roodhooft si confiaban.