Copy
Mirá este correo en tu navegador
6/12/2021

Latinoamérica está atravesada por múltiples desigualdades estructurales, sociales, culturales y económicas. El contexto de pandemia que vivimos desde el año pasado profundizó las brechas de género, incluidas las del universo digital.

Según el último informe del BID, en la región, solo el 53% de la población cuenta con acceso a Internet.  Sin embargo los organismos oficiales de la mayoría de los países no cuentan con datos que contemplen las diversas realidades de quienes viven en zonas rurales o son parte de comunidades originarias. Sabemos que son poblaciones a las que se les presentan muchas más barreras, no solo en cuanto al acceso a Internet sino también en el uso y las maneras de apropiarse de las tecnologías, uno de las tantas aristas de la brecha digital de género.

Pese a no contar con información y datos concretos, sabemos que la brecha digital impacta más crudamente en mujeres y disidencias de las comunidades originarias y rurales pero al mismo tiempo, la grupalidad y el trabajo colectivo tienen un rol clave en el vínculo con las tecnologías.

¡Compartile la newsletter a tus amigues! ¡Compartile la newsletter a tus amigues!
 Trueques por celular

En 2020, a causa del confinamiento por la Covid-19, algunas comunidades del caribe sur de Costa Rica tuvieron muchas dificultades en el acceso y la distribución de alimentos. Así fue que las integrantes de la Asociación de Mujeres Kábata Könana (Defensoras del bosque) iniciaron un proyecto para hacer llegar productos agrícolas a más de 110 familias de las comunidades Bribri y Cabécar.

Con “El Estanco de trueque virtual productivo” este grupo de mujeres rescató la práctica tradicional de trueque utilizando como herramienta la tecnología de mensajería instantánea Whatsapp. La iniciativa también significó una medida contra los efectos de la crisis climática al incentivar el intercambio de alimentos producidos por las mismas familias a través  de las técnicas agrícolas ancestrales. 

A partir de este proyecto, todos los meses, las distintas comunidades de la región se contactan para intercambiar los alimentos que producen, un intercambio que se articula a través de la  “tejedora de conocimiento”, una mujer representante de cada comunidad que se encarga de confeccionar las bases de datos de los productos disponibles en la región y enviar la información, a través de Whatsapp, al equipo central de la Asociación de Mujeres Kábata Könana que, luego, elabora la ruta de intercambio de los productos para que todas las familias de esta gran red cuenten con el alimento que necesitan.

Este año, con la apertura paulatina de los espacios y locales comerciales, las mujeres tejedoras crearon una feria donde comenzaron a vender los productos y hacer trueques de manera presencial y, además de la venta de productos agrícolas, sumaron la comercialización de artesanías y comida típica. Así, cada tejedora lleva su cuaderno donde anota lo que vende y cuando regresan a su comunidad reintegran el dinero a cada familia o los productos que se intercambiaron porque, al final del día lo que no se logra vender, se intercambia. 

Para las mujeres tejedoras de conocimiento, el Estanco de trueque virtual productivo se convirtió en una fuente de ingreso. Lo que comenzó como un intercambio, hoy es un sistema de comercialización que ayudó a que muchas familias, y en especial las mujeres, puedan recibir ingresos por su trabajo.

La Asociación de Mujeres Kábata Könana se creó en el 2016 y actualmente está conformada por más de 240 defensoras del bosque, que se dedican a la protección de los derechos de las mujeres y a la reactivación de sus conocimientos ancestrales, recuperando el sentido del trabajo colectivo, la soberanía alimentaria y también velando por el respeto hacia la naturaleza.

Para seguir leyendo, te recomiendo el reportaje de Ivannia Alvarado, donde podés conocer más sobre el proyecto y las historias de las mujeres defensoras del bosque.
Foto: Ivannia Alvarado
 Tejedoras de contenido en Wikipedia

En Maicao, en la región de La Guajira colombiana, un grupo de mujeres de la comunidad Wayuu formó parte de un proyecto que les permitió reivindicar su cultura y generar espacios de participación comunitaria a través de la produccion de contenido local en su lengua para la construcción de su propia enciclopedia de Wikipedia: la Wikiakua´ipa.

“Tejiendo juntos y juntas en Wayunnaiki" fue impulsado por la organización ISUR y Wikimedia Colombia con la idea de formar mujeres editoras en su lengua, no para traducir conocimiento occidental para la comunidad wayuu, sino para generar sus propios contenidos que permitan la preservación de saberes ancestrales y la consolidación de sus identidades en el territorio digital.

Los wayuu son el pueblo indígena binacional más numeroso que habita la península de la Guajira (en Colombia) y el estado Zulia (en Venezuela). Su lengua, Wayunnaiki, es hablada por más del 80 por ciento de la población. Una característica de sus características es que está compuesta por una gran mayoría de palabras y expresiones en femenino. Por ejemplo la palabra lapü, que traduce la sueña, que en español es el sueño. El vocablo también evoca una función central de esta cultura en la que son las mujeres las encargadas de la interpretación de estas sueñas.

Es que las mujeres wayuu tienen un rol fundamental en la conservación y reproducción de la estructura social. Son las encargadas de transmitir ciertos conocimientos reservados a ellas, de enseñar la lengua y de resguardar la identidad del pueblo. También son agentes de cambio, encargadas de conservar, cuidar y transmitir el legado de generación en generación mediante la oralidad.

“Satanizadas durante mucho tiempo como hechiceras por su conocimiento, las mujeres son la representación de lo sagrado y Wikiakua’ipa ha sido el medio para reivindicarlas, empoderarlas y potenciar su participación social y política a nivel comunitario”, expresan quienes coordinaron el proyecto.

Wikiakua’ipa fue construida desde la cosmovisión wayuu, luego de un ciclo de cuatro talleres intensivos en la segunda mitad de 2019. “Este es un espacio donde se incorporan contenidos inéditos y narrativas en lengua materna, en el que las editoras materializan el pensamiento a través de la palabra. Son ellas quienes hacen la selección de lo que quieren comunicar de su cultura, teniendo en cuenta que lo que es relevante para un occidental puede no serlo para un nativo y viceversa, este es un objetivo epistémico”, indicaron.

Siguiendo los lineamientos de Wikipedia, Wikiakua’ipa todavía es un proyecto incubador hasta llegar a un número considerable de artículos y también consolidar un grupo activo de editoras y editores que sigan escribiendo. Cuando se cumplan estos objetivos, el wayuunaiki será parte del listado de idiomas que figuran en la página de inicio de Wikipedia. 

Mientras tanto, se puede consultar en esta web
👉 https://incubator. wikimedia.org/wiki/Wp/guc
También podés ver este video donde Yajaira Ramírez, una de las editoras, cuenta uno de los artículos que produjo sobre los juegos y deportes tradicionales de la comunidad. 

 Los pluriversos como resistencia

 

Aunque empecé a escribir esta edición de Siempre Cyborg hace varíos días, no lo pude cerrar el viernes pasado y por eso retrasé el envío. Pero por algo suceden algunas cosas. Cada sábado, desde México, les compas de Sursiendo envían su newsletter “Hay un sábado de común denominadores” y, casualmente, este sábado compartieron un artículo que de algún modo se relaciona con el envío de hoy.

En No todo es Facebook: los pluriversos se generan en los pueblos originarios, su autor destaca que la visión del mundo de estas comunidades es dinámica y fluida, siempre está en movimiento, siempre re-produciendo sus prácticas culturales. Porque, entre otras cosas, “el motor siempre ha sido la resistencia y la creación; la invención ante la estigmatización”, escribe.

“Mientras hace años los niños chatinos (pueblo indígena de México que vive al suroeste del estado de Oaxaca), andaban a caballo, hoy, sin dejar de montar, también navegan en WhatsApp (...) Si las mujeres del Istmo bailan la Sandunga desde muchitas, hoy también cantan en Tik Tok, felices las cuatro, sin que eso signifique ni que se ahoguen en el mar de la cursilería, ni que renuncien a su derecho a participar en las asambleas comunitarias”.

La forma en que se apropian de los dispositivos y tecnologías digitales, lejos de diluir y fragmentar sus identidades y arraigos “generan capas culturales multirreferenciales, que se visibilizan en prácticas y saberes contemporáneos”, afirma el autor. “Si el Metaverso es un cascarón vacío que intenta vender universos paralelos desde el adultocentrismo mercantil sin tomar en cuenta la desigual materialidad para la conexión digital en el mundo, los pluriversos son matrices dinámicas, flexibles y robustas que están en permanente gestación de mundos paralelos con horizontes de futuro creativos, en permanente resistencia". Hermoso ¿no?.

Imagen tomada de eluniversal.com.mx
***

Este fue el envío #43 de Siempre Cyborg Nunca Diosa. ¡Gracias por llegar hasta acá! Si te gusta mi newsletter ya sabés que me hace muy feliz. Lo podés compartir con tus amigues para que se sumen a la comunidad y si te llegó reenviado podés suscribirte acá.
No dudes en escribirme si tenés alguna consulta o sugerencia. ¡Te dejo un beso y hasta la próxima! Ivana.

Twitter
Website
Copyright © 2021 Siempre cyborg, nunca diosa, Todos los derechos reservados.

Agregame a tus contactos de mail
También podés modificar tus datos o desuscribirte de la lista.
 
Este newsletter forma parte de
Suscribite a nuestros envíos:
Cabeza de Pelota - Por: Bruno Correa
Santa Rosca - Por: Pablo Fornero
10 mil KM - Por: Andrés Actis
Curiosa Neurona - Por: Verónica Peyrano
Palabras Mayores - Por: Georgina Paladino
Lectora Voraz - Por: Paula Turina
 

Email Marketing Powered by Mailchimp