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Junta de Superintendentes Generales
Invitación a orar—Semana veintitrés
Lectura de la Sagrada Escritura: “Porque así dice el Señor omnipotente, el Santo de Israel: 'En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad y la confianza está su fuerza, ¡pero ustedes no lo quieren reconocer!'” (Isaías 30:15, NVI).
En tiempos como estos, sentimos que estamos recibiendo mensajes e información conflictiva de muchas direcciones y nos afligimos por ello. Aquellos a los que acudimos en busca de consejo ofrecen clichés que nos hacen sentir vacíos. Aquellos que ofrecen consuelo están, a su vez, rotos y heridos y juntos nos sentimos preocupados e inquietos mientras intentamos ayudarnos mutuamente. Sin embargo, una cosa en la que a menudo fallamos es la más simple y la más difícil de hacer: confiar en Dios que ES.
Esta simple escritura es una invitación del Señor Soberano, el que está arriba, abajo, alrededor y dentro de cada situación. Él nos dice claramente lo que se necesita; y justamente cómo la gente a la que Isaías le hablaba en sus tiempos difíciles, tendemos a ignorar su invitación a media voz: “En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad y la confianza [o certidumbre] está su fuerza.” Luego viene la triste realidad: “¡pero ustedes no lo quieren reconocer!” Arrepentimiento es cambiar los caminos que nos condujeron a donde estamos y tomar un nuevo camino en una nueva dirección, bajo el liderazgo del Señor. Calma es la respiración tranquila y rítmica que está en sincronía con Su palabra y el aliento vivificante que nos renueva y recrea para lo que viene. Serenidad es la pausa para silenciarnos en medio del caos del ruido vacío y sin sentido, para escuchar a Dios diciendo: “¡Confía en mí!” Confianza es la capacidad de creer y de comportarse de una manera que llene el vacío porque se basa en Aquel, el único que tiene la capacidad de llenar el vacío con Él mismo. Dios siempre ha sido TODO lo que necesitamos. Decimos que lo sabemos, pero, en tiempos como estos, a menudo parece que no tendremos nada de eso: arrepentimiento, calma, serenidad ni confianza; por lo tanto, nos falta la fuerza que necesitamos en el momento en que la necesitamos, para decirnos unos a otros y al mundo que nos rodea: “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia...” y necesitamos callar; cesar nuestros propios esfuerzos y reconocer que Él es Dios. “¡El Señor Todopoderoso está con nosotros!” (Salmo 46:1,10-11, NVI).
La Junta de Superintendentes Generales invita a la iglesia a orar por lo siguiente:
- Para que todos los hijos de Dios nos tranquilicemos, nos volvamos a Él y descansemos en la seguridad de su gracia para ayudarnos en nuestra necesidad;
- por aquellos que ministran alrededor del mundo, en particular por los que están enfrentando la incertidumbre de nuestros tiempos, para que tengan palabras de confianza apoyadas en vidas de verdadera creencia de que Dios está con nosotros para traer salvación y fortaleza;
- para que las iglesias, cualquiera que sea su contexto, encuentren formas creativas y significativas de ministrar gracia a todos los que llegan, en línea o en persona, y empiecen a ver el camino a seguir rumbo a un desarrollo más eficaz de la iglesia, así como la comunidad que brinde un lugar de renovación y esperanza para todos;
- por los que están sufriendo, no solo por la pandemia, sino también por los muchos otros desastres naturales y tragedias humanas que narran nuestras vidas en la actualidad, para que todos miren a Dios y encuentren momentos de tranquilidad y confianza en los que Dios pueda demostrar su presencia, su poder y provisión;
- que los nazarenos de todas partes sigan siendo fieles en su oración, en su entrega y en compartir una fe santa con aquellos que han perdido la fe en estos tiempos;
- por los líderes de la iglesia y todos los que trabajan con ellos, que están cansados en sus esfuerzos, para que puedan encontrar el descanso para cada nuevo día y la gracia para liderar a través del servicio continuo;
- que la iglesia “post-COVID-19” sea mejor y más fuerte, más santa y humilde, más abierta e ingeniosa que nunca, con vidas semejantes a la de Cristo por el bien de todos los que tocamos.
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Países de enfoque
Datos rápidos
Generales:
Estados Unidos: trabajo establecido en 1887; 4,422 iglesias organizadas; 746 iglesias por organizar; 609,198 miembros.
Canadá: trabajo establecido en 1902; 147 iglesias organizadas; 18 iglesias por organizar; 12,053 miembros.
Culturales:
Las poblaciones de ambos países de enfoque profesan en gran medida el cristianismo: Estados Unidos con 68.2% y Canadá con 70.1%. El segmento más grande de la población de ambos países tiene entre 25 y 54 años de edad: Estados Unidos 38.92% y Canadá 39.81%.
Especiales:
Las poblaciones de ambos países son principalmente urbanas: Estados Unidos 82.7% y Canadá 81.6%.Canadá es el segundo país más grande del mundo, con diez provincias y tres territorios.
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Misión y ministerio
Desafíos del Ministerio
Hoy en día las regiones EE.UU. y Canadá se enfrentan a una confluencia de varias tensiones inigualables. El descontento social, la desunión racial, la agitación política y la pandemia de COVID-19 han desafiado ampliamente todos los aspectos de la sociedad. Este malestar es evidente en las luchas financieras a causa de la pérdida de trabajos, la restricción de asistir en persona a las iglesias, el riesgo a la salud física y psicológica, la disminución de la asistencia a las escuelas, la afectación al funcionamiento normal de los hospitales y las formas básicas de interacción humana, que han sido interrumpidas por fuertes restricciones. La sociedad parece haberse fragmentado en estos tiempos y reconstruir la confianza y las conexiones tomará tiempo. Los cristianos se están esforzando por atender a los amigos y familiares que están inquietos, ansiosos y aprensivos, mientras que, al mismo tiempo, experimentan sentimientos similares. El poema de Rudyard Kipling titulado “Si” comienza con una línea que es aplicable en el ministerio hoy en día: “Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la pierden y te culpan a ti”. “Si los cristianos pueden mantenerse dulces, amorosos y cautivadores en días como estos, muchos se sentirán atraídos por el Cristo a quien servimos. Esta es una oración de la Región de Estados Unidos/Canadá para el 2020.
Enfoques del ministerio
Hay un renovado énfasis en la evangelización, el discipulado y la plantación de iglesias. Sin embargo, los medios por los que se llevan a cabo están cambiando dramáticamente. Debido a la pandemia, los nazarenos de las regiones EE.UU./Canadá están aprendiendo nuevas técnicas para expresar compasión, mientras mantienen cuidadosamente el distanciamiento social. Las iglesias están celebrando servicios al aire libre, retiros vía Zoom y reuniones para orar, así como servicios de adoración en línea mientras sus edificios se abren lentamente de nuevo. Algunos sugieren que los pastores se están conectando más a menudo con sus feligreses por teléfono y en línea que antes del COVID-19.
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Alabanzas
- A pesar de la pandemia, se han plantado muchas iglesias;
- durante estos días de disturbios raciales, las iglesias participan en conversaciones que le recuerdan a la iglesia su propia diversidad. Agradezcamos las diversas culturas y etnias que pueblan las iglesias nazarenas en EE.UU. y Canadá;
- el año pasado, 45,318 personas se acercaron a la fe en Cristo en las regiones EE.UU./Canadá. Incluso durante este año inusual, muchos están acercándose a Cristo y experimentando el trabajo más profundo de la santidad;
- las olas del virus COVID-19 siguen impactando Norteamérica. Hay una gran preocupación por el creciente número de casos, pero también un gran optimismo por el progreso que se está haciendo en la futura vacuna;
- desde que las iglesias celebran servicios en línea, muchas han descubierto un mayor interés en su iglesia. Esperan poder regresar a sus iglesias y están orando con la esperanza de mantener el ministerio en línea y ampliar su influencia aún más.
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Peticiones de oración
- Oremos por los pastores y superintendentes de distrito que dirigen heroicamente sus congregaciones a través de territorios desconocidos. Oremos para que Dios les dé paz y descanso en estos días agotadores llenos de presión;
- oremos por las familias afectadas por el dolor del desempleo, la pérdida de la salud y la muerte de sus seres queridos;
- oremos por la reapertura de las iglesias, negocios y escuelas;
- oremos para que el Señor siga inspirando la creatividad en las formas de ministrar personalmente cuando se requiera mantener la distancia;
- oremos por los médicos y enfermeras y demás personas que enfrentan de cerca la pandemia;
- oremos para que Dios inspire a los científicos e investigadores a desarrollar una vacuna que erradique la enfermedad;
- oremos para que todas las personas en todas partes se sientan atraídas por el Gran Médico, Jesucristo.
Un mensaje de apoyo: “Para que las naciones se pongan de pie, primero debemos arrodillarnos”. Billy Graham, evangelista.
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