"Debemos hacer frente a la polarización a partir de la construcción de nuestro tejido social" 

Texto elaborado a partir de la entrevista dirigida a Ángel Zambrano, activista venezolano de derechos humanos, quien desde 2017 forma parte del  LABO Ciudadano , un colectivo dedicado a la creación de tejido social y acción política desde la sensibilidad y la resistencia civil no-violenta.  

En Venezuela vivimos un daño antropológico, causado por la opresión y las profundas divisiones que ha traído consigo la polarización que se ha impartido desde el régimen actual como herramienta de control social. Nuestra sociedad se ha roto y dividido quebrantando nuestra memoria colectiva, lo cual, nos ha conllevado a olvidar lo que somos. Las consecuencias de estos cambios han afectado nuestra capacidad para vivir dignamente, pues debido al actual sistema de opresión, estamos sumidos en un letargo donde se nos ha privado la libertad de elegir, tanto a nivel político como personal. Además, hemos evidenciado un grave aumento en la persecución sistemática contra las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) . 

Con más del 80% de abstención, según afirmó el Observatorio contra el Fraude, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y otros partidos oficialistas ganaron las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre con apenas 3.558.320 votos. Este resultado no deja de preocuparnos debido a las repercusiones que traerá en la desarticulación de espacios democráticos y de partidos políticos de oposición. Igualmente, en el posible aumento en la persecución contra símbolos de autonomía y resistencia, como son las organizaciones de la sociedad civil, universidades e iglesias, ahora que la Asamblea Nacional, conformada mayoritariamente por partidos oficialistas, lo podrán hacer con total impunidad. Frente a esto, ya estamos viendo un aumento en la represión contra las ONGs, luego que la SUDEBAN emitiera una circular donde ordena vigilar sus operaciones financieras. Una acción, que dio paso al hostigamiento de organizaciones como Alimenta la Solidaridad, luego que la Policía Nacional Contra la Corrupción allanara su sede antigua en Caracas y la casa de los padres de Roberto Patiño, uno de sus fundadores; así como Convite, quien también fue allanada por las Fuerzas de Acciones Especiales, los cuales a su vez detuvieron arbitrariamente durante largas horas a Luis Francisco Cabezas, su director.  

Desde hace más de 20 años, el Gobierno liderado por el PSUV, ha sido muy hábil para fragmentarnos como sociedad bajo falsos dilemas y dicotomías que nos han llevado a una confrontación simbólica y cultural entre dos bandos; Por un lado, las personas partidarias al chavismo y, por el otro lado, las opositoras al Gobierno. Las elecciones se han convertido en un mecanismo donde se ha reforzado esta ruptura social y donde la victoria ha recaído, evidentemente, en un solo bando. Así mismo, hemos visto cómo estos procesos decisivos se han realizado a partir de irregularidades donde nuestro voto ha quedado secuestrado, debido a que el Gobierno nos priva de este derecho ya que en caso de garantizarlo perdería en las urnas, tal y como ocurrió en las elecciones parlamentarias del 2015.

Es por ello, que dentro de LABO buscamos hacer frente a la polarización y trabajar de la mano con personas de todas las corrientes políticas, como son las personas que vienen del proceso Chavista. Esta población, de la cual se habla poco, también están en la orfandad luego de años de entregar su vida a ese proceso político; además, dentro de nuestro trabajo hemos evidenciado que, al igual que muchos de nosotros, no se sienten representadas por los políticos que ocupan y se aferran al poder. Por tal motivo, impulsamos la campaña Elige Solidaridad, un repositorio de enlaces web donde apoyamos diferentes iniciativas de la sociedad civil, como un llamado para elegirnos a nosotros mismos y fortalecer nuestros vínculos desde la diversidad, viendo a los derechos humanos como ese paraguas que nos protege a todos en igualdad.  

Con base en lo anterior, pienso que debemos hacerle frente a la polarización a partir de la construcción de nuestro tejido social basándonos en la diversidad, vinculación y en el apoyo entre unos a otros. También, hacer más visible la persecución y criminalización de nuestra labor en la defensa de derechos humanos, pues la clandestinidad no nos dará protección. Además, debemos callejear los derechos humanos y hacerlos cada vez más cotidianos para los ciudadanos y, generar conciencia de que están siendo violados sistemáticamente. 

Dentro de LABO, nuestro deber está en resistir civilmente desde la no-violencia para no caer en el modelo autoritario que nos divide como sociedad, a partir de lo artístico y creativo. Además, crear relaciones de confianza que combatan al sistema de control en el que vivimos y, así reconstruir nuestra memoria colectiva a partir de los que fuimos, somos y volveremos a ser como sociedad.