¡Hola!
Quizás sea la época del año.
Aunque es febrero, y aunque es 2021 (que para quienes habitamos aquí y ahora la Tierra es mucho decir), llega ese momento del año en el que los que empiezan la universidad se van; los que empiezan las clases, dividirán los meses en semanas que sí (presenciales) y semanas que no (que no van a la escuela pero asistirán en forma virtual); y en el que muchos regresan de vacaciones a sus trabajos, etc., etc.
Sí... Todo esto sería una obviedad en un año calendario más. Sí, es casi marzo, podrían decirme. Pero no en este 2021, y no ahora que "empieza el año". ¿Empieza el año? . ¿A ustedes les pasa que el 2020 fue un año que pasaron por alto?, ¿que cuando dicen el año pasado, por algún motivo piensan en 2019, como si el 2020 aún no hubiera terminado todavía, o no hubiera existido?.
La sensación -que tengo yo al menos- es que estamos a punto de sacar la pausa que pusimos en marzo del año pasado, cuando comenzamos este largo e interminable viaje por el túnel del coronavirus. Y no es que vamos a volver a arrancar allí donde quedamos detenidos casi doce meses atrás, pero será un "como si".
La idea -la sola idea- de haber quedado en una suerte de estado suspendido, hace que el comienzo sea doblemente extraño. Es extraño, claro, porque nada es como era. Hay burbujas, hay clases híbridas, hay regresos hiperprotocolarizados. Pero hay, donde no hubo.
Y es extraño, además, porque moverse nuevamente hace que se empiecen a desentumecer músculos dormidos, como cuando hacemos una nueva actividad física y nos duelen músculos que no sospechábamos que teníamos.
Me pregunto, desde hace algunos días me lo pregunto, si marzo empezará en con esa velocidad que solía tener antes de todo esto; o si iremos un poco a tientas, un poco lentos, un poco sabios en esto de avanzar y retroceder, un poco esperanzados y otro poco escépticos.
Que tengas una linda semana. Y que marzo empiece: lento, seguro y sabio
Nos vemos por acá.
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