Nos encontramos a hablar de Ana y el sexting… ¡¡¡con Ana Baquedano!!!
Hace unos días, durante la segunda sesión de la Comunidad de Oyentes, nos reunimos para hablar sobre un episodio poderosísimo de Las Raras Podcast, Ana y el sexting. Durante la sesión, a la que se unieron oyentes desde Colombia, Chile, Brasil, México, Argentina y Reino Unido, conversamos sobre el poder de la narración en primera persona, de cómo el relato cobra una dimensión humana cuando su protagonista es quien lo narra y de cómo ese ejercicio consciente del “yo” en la historia toma un sentido importante cuando se trata de entender cómo un episodio de la vida no puede significarnos como personas, a pesar de que nos marca.
La historia, que se desarrolla en el pasado, retrata los momentos por los que pasó Ana Baquedano a causa de una foto íntima que le envió a quien fue, en su momento, su novio. La filtración de esa fotografía le cambió la vida, y en la narración, Ana nos cuenta cómo evolucionó para ella el hecho de que la foto se hubiera hecho pública, desde los sentimientos de angustia y vergüenza, el aislamiento, hasta el momento en el que la historia dio un giro y se convirtió en un motor de transformación, si no cultural, al menos sí legal.
Ana se unió a nuestra conversación, nos contó cómo había sido grabar el episodio y trabajar con Las Raras, cómo la historia se construyó en una dimensión simbólica de los elementos sonoros, y qué pasó después de grabar el episodio. “Las Raras hicieron una experiencia emocional de la historia… mi historia es una herramienta de educación y de sensibilización, y el poder contarla me salvó la vida. Como hace parte de una narrativa moderna, no existen tantos testimonios de víctimas de estos delitos, y me dije ‘si yo voy a la fuente de esta nueva perspectiva lo tengo que hacer con mucha responsabilidad y con mucha atención’”, nos contó Ana en una de sus intervenciones, para explicar por qué la historia está narrada en primera persona y no es un recuento de conceptos y hechos aislados.
A lo largo del episodio, es notable cómo esos elementos de los que habla Ana son utilizados como instrumentos que nos permiten a quienes la escuchamos recorrer el camino desde su propia vivencia, elaborar nuestros sentimientos y pensamientos a partir de nuestra propia experiencia, y llegar al lugar donde termina la historia junto con ella, casi que de la mano.
No tenemos palabras para agradecerle a Ana el haber conversado con nosotros, sus oyentes, y el haber compartido el encuentro con todos y todas.
En este hilo, puedes ver un recuento de nuestro encuentro hecho por Priscila Pacheco, que nos acompañó desde Brasil
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