ANÁLISIS
Los cambios en la conducción del servicio de salud en medio de la pandemia
En el medio del conflicto de autoconvocados de salud, que en Cutral Co y Plaza Huincul tiene el respaldo del gremio ATE, conducción que es disidente a la dirigencia provincial, hubo remoción del director del hospital de Complejidad Media y de la zona sanitaria V.
Las flamantes autoridades se hacen cargo a partir de ahora, no solo del funcionamiento y las respuestas que debe dar el sistema público de salud con un amplio radio de cobertura sino en estos momentos, de mantener y continuar con el operativo de vacunación contra el coronavirus.
En el comienzo de lo que es la segunda ola de contagios, el director ingresante Lautaro Zúñiga y el jefe de Zona, Daniel Conti deberán aplicar las políticas de conducción hacia adentro de la institución como hacia afuera porque en pandemia, las medidas generales a adoptar tienen que estar consensuadas con las máximas autoridades a nivel municipal.
En este contexto, es de esperar que se mantenga la línea de coincidencia y buenas relaciones, en especial con la comuna que dirige José Rioseco, que a pesar de pertenecer a la fuerza política opositora al gobierno provincial que encabeza Omar Gutiérrez
A lo largo de este año de pandemia, el municipio cutralquense gestionó y puso a disposición varios elementos para sostener y colaborar con el servicio de salud pública, entre ellos, la gestión de respiradores de asistencia mecánica, tráilers para la eventualidad de que no alcanzaran las camas y luego el acondicionamiento y disposición de las instalaciones de un club deportivo para aislamiento de pacientes. Con el operativo de vacunación se habilitó el gimnasio municipal “Enrique Mosconi”, desde el primer momento que se inició la aplicación para la población.
Desde Plaza Huincul, también hubo disponibilidad de instalaciones tanto para alojar a pacientes como en este último tiempo el club Atlético Plaza Huincul para la vacunación.
Tanto el director como el jefe de zona tienen por delante ahora mantener el diálogo con el personal que se encuentra en medidas de fuerza, de modo que pueda garantizarse el servicio de salud a vecinos y vecinas de las dos ciudades. Es de esperar que los responsables agudicen sus habilidades de diálogo y negociación para que tanto los trabajadores y profesionales de salud que se desempeñan bajo sus órbitas tengan la tranquilidad de ser escuchados y contenidos, al igual que hacia afuera, la población.
Por ANDREA VAZQUEZ
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