ANÁLISIS
La dificultad de mantener la rutina
Conforme avanzan las semanas, las actividades cotidianas intentan tomar un cauce de normalidad. A modo de ejemplo, las clases presenciales en todos los niveles buscan darle a las familias cierta rutina.
Sin embargo, lejos está de serlo en la práctica, porque el incremento notorio de casos de coronavirus de los últimos días hace que las "burbujas" creadas deban aislarse por un contacto confirmado o un caso estrecho. Ya sea de parte de estudiantes, de docentes y, en algunos casos, en el personal de auxiliar de servicio que impide garantizar la limpieza de las instalaciones y obliga a las autoridades educativas a suspender las actividades.
Por esta razón, no se puede hablar de una normalidad en el dictado de clases. A esta situación se le suma que, en algunos edificios escolares, todavía hay inconvenientes con el servicio de gas, en una época donde la calefacción es fundamental, tanto para quienes acuden en el turno mañana como a la noche.
Las demandas de los cuerpos directivos, para que los edificios estén en condiciones no parecen tener la respuesta inmediata. A modo de ejemplo, se puede mencionar lo que pasa con el CPEM Nº 58, o en la primaria Nº 49. Lo mismo sucedió en el CPEM Nº 20, aunque luego de un fin de semana de trabajo lograron solucionar el desperfecto.
Entonces, la combinación de los dos factores -casos de Covid 19 y falta de calefacción - redundan en la falta de presencialidad. En estos días, se escuchaba además, la necesidad de garantizar la conectividad para quienes no puedan estar en clases en el aula, si logren seguirlas de manera virtual. Sin embargo para que esto ocurra, las plataformas escolares tienen que estar en condiciones, y las familias tienen que contar con el acceso a internet junto al equipo adecuado, como teléfono o computadora.
Se escuchó a un abuelo reclamar por la necesidad que se vuelvan "con esas computadoras que daba antes el gobierno". Y hacía referencia precisamente al programa nacional Conectar Igualdad que permitía a las y los estudiantes acceder a una netbook. Fueron cientos los que accedieron a los equipos que les mejoraron en su formación.
Mientras tanto, y tratando de surfear estas segunda ola de pandemia que viene con más intensidad que la primera, al menos para las y los vecinos de la comarca petrolera, insiste en la necesidad de cuidarnos usando barbijo y manteniendo la distancia social.
Por ANDREA VAZQUEZ
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