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¡Hey, <<Nombre>>!
Hace unas semanas hablamos sobre las diferencias entre dormir y descansar. Explicamos que, aunque muchas veces se usan como sinónimos, en realidad tienen diferentes significados. Dormir es ese proceso biológico que nos ayuda a procesar información nueva y nos permite regenerarnos del desgaste físico y mental. Descansar, en cambio, puede ser un momento de quietud y también un momento de actividad física, pero que nos ayuda a relajarnos.
En el boletín de hoy nos adentramos en el descanso.
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Dos tipos de descanso: físico y mental
El descanso físico puede ser pasivo o activo. El descanso físico pasivo podría ser tomarte una siesta, tener unos minutos de quietud o inactividad. El descanso físico activo puede conllevar estiramientos y otras actividades físicas reparadoras yoga, ejercicios de respiración o para mejorar la postura. Algunas señales de que necesitas descanso físico puede ser un dolor, tensión o molestia en un área particular del cuerpo.
El descanso mental es cuando realizas alguna actividad donde no le exiges a tu cerebro pensar tanto y te enfocas en disfrutar el presente. Esto puede incluir alejarte de la computadora o dispositivo electrónica, dar alguna caminata, sentarte en silencio, o hacer alguna actividad de ocio. De la misma forma que tu cuerpo puede pedirte que dejes una actividad física, tu cerebro puede exigirte que te detengas. Algunas señales de que necesitas un descanso mental son la falta de concentración, o cuando intentas realizar alguna tarea sencilla y no logras terminarla.
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¡Toma un momento, y respira!
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¿Qué pasa cuando no tomo momentos para descansar?
Muchas veces nos dejamos consumir por nuestras responsabilidades o la rutina y no descansamos lo suficiente. También es común pensar en que la única manera de descansar es durmiendo. Sin embargo, el descanso consciente, aquel que priorizamos e incluimos en nuestra rutina, es crucial para nuestro bienestar. Cuando no tomamos tiempos para descansar conscientemente podemos padecer de:
- Fatiga: La sensación de cansancio mental y físico.
- Aumento de estrés: Cuando no tienes tiempo para relajarte y recuperarte, tu cuerpo y mente están en un estado constante de alerta, lo que puede provocar una respuesta de estrés crónico.
- Problemas de memoria y de concentración: Si tu cerebro está agotado, es más difícil recordar y enfocarte.
- Problemas en las relaciones personales: La falta de descanso nos hace más propensos a estar irritables, lo que puede afectar negativamente nuestras relaciones personales.
- Disminución de rendimiento: No descansar nos hace menos productivos y puede hacer más difícil el cumplir con las responsabilidades.
Además, la falta de descanso a largo plazo puede contribuir al desarrollo de enfermedades físicas como la hipertensión, un sistema inmunológico debilitado, y a estar más propensos a tener accidentes, ya sea por la fatiga o la somnolencia.
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El descanso es una herramienta importante para manejar emociones como el estrés, la ansiedad y la tristeza. ¡Explora nuestra guía haciendo clic en la imagen!
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Beneficios del descanso
Tres de los beneficios más importantes del descanso son:
- Reduce y previene el estrés: El descanso ayuda a nuestro sistema nervioso a reducir la cantidad de cortisol y adrenalina (hormonas del estrés) que producimos.
- Mejora tu estado de ánimo: El descanso nos ayuda a equilibrar la serotonina, un neurotransmisor que juega un papel importante en reducir la ansiedad y mejorar el bienestar en general, y la dopamina, un neurotransmisor que está asociado a la motivación.
- Mejora tu productividad: Se ha comprobado que disfrutar de periodos de descanso consciente ayuda a recuperar las energías y la motivación para continuar con las tareas del trabajo u otras responsabilidades.
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Consejos y recomendaciones para descansar
Ahora que ya sabes algunos beneficios de descansar, queremos compartirte algunos consejos y recomendaciones para ponerlo en práctica:
- Establece límites en tus horas de trabajo: Para evitar trabajar de más y permitirte periodos de descanso consciente, puedes establecer límites de hasta qué hora y días trabajarás. Por ejemplo, puedes prometerte que no trabajarás después de las 5:00 p.m. o que no te traerás trabajo para hacer en tu casa.
- Toma descansos periódicos o microdescansos: Toma unas pequeñas pausas ya sea para estirar, caminar, ver un video en YouTube, meditar por 10 minutos o hasta escuchar una canción. El punto es hacer algo que te desconecte de la rutina y sea placentero para ti.
- Nesting: Es un término en inglés para nombrar la actividad de quedarte en tu casa sin un plan específico y fluir con tu agenda para el día. Algunas personas comienzan limpiando y luego ven películas. Otras simplemente leen un libro o hacen ejercicio. La función principal es sacar tiempo para ti y que hagas lo que te apetezca sin ninguna otra obligación distinta a sentirte bien contigo.
- Realiza tu actividad preferida: Aprovecha los momentos de descanso para hacer actividades que te gusten, como cocinarte algo, ver alguna película, compartir con familiares, ver amistades, etc. Lo ideal es escoger una actividad que te ayude a descansar conscientemente.
¿Cómo prácticas tú el descanso consciente? Responde a este mensaje y comparte tus estrategias con nosotros.
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El descanso, al igual que dormir bien, es crucial para nuestro bienestar físico y mental. ¡Asegúrate que tú y tus seres queridos prioricen los momentos para descansar y dormir!
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