La adolescencia es un periodo de la vida donde ponemos en práctica todo lo aprendido durante la infancia: lo que nos sirve lo usamos y lo que no, lo desechamos.
El cerebro del adolescente está en proceso de “construcción” y es por ello por lo que en ocasiones actúan de forma muy impulsiva (como si fueran niños/as pequeños/as). Su corteza prefrontal se “desconecta” y se vuelven muy emocionales. Esta es la razón por la que es fundamental conocer cómo funciona el cerebro del adolescente para poder entenderlos.
Como consecuencia de esto, el/la adolescente necesita de adultos (madre, padre, profesorado…) que le enseñen cómo mantener el cerebro integrado y así aprender a regular y gestionar sus propias emociones. Pero para poder enseñarles, primero nosotros/as debemos saber cómo gestionar nuestras propias emociones. No podemos enseñar algo que desconocemos. Somos el modelo de referencia de nuestros/as hijos/as y alumnos/as.
Este mes hablamos en ESCUELA DE FAMILIAS de la gestión emocional, un tema apasionante donde el punto de partida somos nosotros/as mismos/as. ¿Cómo gestionas tus emociones? Por consecuencia, ¿cómo las gestionan tus hijos/as y/o alumnos/as?