Hola
Las personas que visualizan sin inmutarse cómo el número de correos pendientes asciende hasta las tres cifras tienen una alta estabilidad emocional. También un sistema para organizar su correo. Y es que, en la gestión de cualquier proyecto creativo la comunicación por vía email sigue siendo una de esas tareas que no se contabilizan como tiempo productivo.
En el caso de EXPRESSAN nos llegan muchos mails todos los días. No hablo de los que son invitaciones o meramente informativos, sino de aquellos en los que te hacen preguntas concretas o quieren saber más sobre algún proyecto o sección de la plataforma: ¿Cómo participar en el Podcast?, ¿Cuándo se abrirá la convocatoria Arte Piscinas?, ¿Puedo participar en el gabinete PAA?, etc.
Si el email es una buena receta para la comunicación, las palabras son sus ingredientes. Es la finalidad, la intención y la percepción que connotan lo que hace que éstas importen. No es lo mismo vacaciones que verano, aunque a veces pensemos que sí. No es lo mismo enviar una breve presentación para darte a conocer que “spamear” publicidad de forma reiterada. No es lo mismo persona interesada que cliente, ni lo son problema y reto.
Cuando me preguntan si respondo a todos los mails, mi respuesta es “depende”. Si alguien le dedica unos minutos a escribirte, abriendo el alma de su proyecto, del mismo modo, le devuelves la atención aunque sólo sea para agradecerle su tiempo y desearle mucha suerte. También es verdad que en muchos casos la intuición es tu aliada perfecta y una respuesta adecuada en tiempo puede originar conexiones más que interesantes.
Las palabras importan. Y el cómo se usan abre un gran abanico de posibilidades.
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