La reforma recién aprobada por el Congreso de Colombia incluye una serie de cambios y nuevos tributos que, a decir de expertos en el tema, van a tener un efecto negativo en la inversión, además de un posible impulso a la inflación.
En la gráfica: de acuerdo con datos oficiales, esta será la contribución a la recaudación general por tipo de impuesto entre 2023 y 2026.
Tras una década al frente de Dentons y luego de haber consolidado la presencia de la firma a escala global, Joe Andrew dejará su cargo como líder de esta.
La alemana Wintershall adquirió 37 % de las acciones del campo Hokchi en el Golfo de México y en Chile Codelco y Colbún renegociaron un acuerdo de suministro eléctrico.
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¿Cómo impactará la reforma tributaria de Petro la economía colombiana?
Apenas tres meses después de juramentarse como presidente de Colombia, Gustavo Petro logró que el Congreso aprobara su reforma tributaria, la decimosegunda que se ejecuta en ese país en 20 años.
Caracterizada por la progresividad, esta reforma pretende hacer descansar en los sectores de mayores recursos el peso de la recaudación. En un primer momento, por ejemplo, el mayor incremento lo verá el sector petrolero, pero a mediano plazo se prevé el traslado de esa carga a la industria en general, medida que, de acuerdo con el exministro de Hacienda Juan Manuel Restrepo, desincentivará las inversiones tanto en el sector petrolero como en el resto de la economía.
La reforma amplía la base de contribuyentes y reduce considerablemente las exenciones de las que han gozado las personas naturales.
Quienes tengan sueldos más altos o reciban dividendos de cualquier parte serán quienes más aporten al fisco. Aunque la reforma no concretó todos sus planes en este segmento, sí tendrá gran impacto en el bolsillo de los trabajadores y contribuyentes en general.
Si bien se pregona que el cambio solo afectaría a los más ricos, lo cierto es que todos los estamentos de la sociedad colombiana sentirán sus consecuencias, pues la inclusión de nuevos impuestos a alimentos procesados y bebidas con alto contenido de azúcares necesariamente vendrán a impactar en la economía.
Así, alimentos como el pan de fabricación industrial, embutidos, chocolates, bebidas gaseosas, cereales, helados y hasta variantes del muy popular dulce de leche pasan a pagar un impuesto del 10 %, lo que seguramente potenciará la inflación que ya rayaba el 11 % al cierre de octubre.
