Miércoles 25 de enero de 2023

El conejo salió peleón 🐰

¿La quinta es la vencida? La AN roja-rojita aprobó en primera discusión el proyecto de Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las ONG y Afines. El oficialismo ha querido echarle el diente a las asociaciones civiles desde 2006, pero del dicho al hecho hay (¿o había?) un trecho largo. En caso de que lo peor suceda, las ONG, fundaciones y entidades civiles sin fines de lucro tendrán que pedirle permiso al gobierno para operar en el país y rendir cuentas sobre su creación, funcionamiento y financiamiento.

No podrán recibir aportes destinados a organizaciones con fines políticos, participar en actividades políticas o promover “actuaciones que atenten contra la estabilidad nacional”, como supuestamente hacen 62 ONG fichadas por Diosdi. Las sanciones contemplan multas de hasta 200 petros (en cristiano: 12 mil bidens)... O su disolución, como alertó Human Rights Watch. Veamos qué opina el Alto Comisionado de DDHH de la ONU, Volker Turk, que estará por estos lares del 26 al 28 de enero.

2023, año del conejo peleón. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró 400 protestas en todo el país hasta el 17 de enero. Con una brecha salarial de casi 200% entre el sector privado ($139) y el público ($14 si sumamos el sueldo mínimo y bonos), cualquiera sale a formar escándalo. De todas formas, no crean que esos churupitos rinden para una canasta básica que cuesta $485.

En vez de atender las demandas de los trabajadores, el gobierno hace lo que mejor le sale: acosar e intimidar a los líderes sindicales, según denunció la Red Sindical Venezolana. Pero los gremios no le tiemblan: si no hay respuesta sobre los salarios para el tercer foro social auspiciado por la OIT (30 de enero), entonces considerarán seriamente convocar un paro nacional.

Nicolás Maduro al final asistió vía Zoom a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y dijo que le encantaría formar con los países miembros una suerte de Unión Europea latina (con dengue 🦟 y menos presupuesto). Muy bonito, pero no olvidemos que hay 7 millones de venezolanos regados en el mundo, recordó Paraguay, mientras que Chile insiste en que tengamos elecciones libres en 2024. Ay, Boric, cómo te explico que más de 30 ONG rechazaron la elección de un nuevo CNE e igual parece que el gobierno hará caso omiso de los reclamos (y de la Constitución).

Ironías de la vida. Miguel Rodríguez Torres obtuvo la residencia en España “por razones humanitarias”. Sí, el exministro que ideó La Tumba del Sebin, donde chamos como Lorent Saleh, Gabriel Valles y Gerardo Carrero fueron torturados.

Crear cultura política (más que partidista)

Si algo escuchamos con frecuencia en las protestas laborales que han marcado el inicio de 2023 —y han movido incluso la agenda del régimen— es que no se trata de un "movimiento político". ¿Es tal cosa posible? Hablamos con José Luis Alcocer, que fue dirigente sindical en Sidor (estado Bolívar), tiene formación como economista y además es activista político.

—¿Cuál debería ser el verdadero objetivo del actual movimiento laboral, más allá de exigir un aumento de sueldo?
—La dirigencia sindical está aferrada a un aumento salarial. Suponga usted que el salario sean 600 dólares. Ahí es donde yo pregunto: ¿eso resuelve el problema? Porque ahí hay un círculo vicioso que se ha visto hasta ahora. Los aumentos salariales recientes han sido irrisorios, pero enseguida ha habido una subida de los precios. Más importante es la recuperación de los puestos de trabajo, del aparato productivo, de esas empresas que fueron expropiadas y no producen, de la educación que forme mano de obra calificada, que haya confianza para la inversión. Allí empieza el círculo virtuoso. La población económicamente activa está en alrededor de 12 millones de personas, de ellos, 7 millones entre la economía informal y el desempleo. ¿Qué les afecta a ellos un aumento salarial? El problema es estructural. El salario mínimo solo debería ser una referencia.

—¿Es positivo que muchos líderes de las protestas actuales se deslinden de los partidos políticos e incluso de la política, como si eso fuera posible?
—No es normal y es negativo. Ahora, no es en blanco y negro. Los dirigentes de los partidos políticos tienen que entender que pueden asistir como ciudadanos a una protesta laboral y apoyar, eso está bien. El rechazo es cuando se aparecen 20 o 30 personas con una franela, con un logotipo, se toman una fotografía y publican: "El partido tal lideriza tal cosa". Eso ha tenido rechazo. Todos los que van a una marcha, absolutamente todos, tienen un objetivo político. Hay una matriz de opinión que apunta a la antipolítica. Pero el movimiento político necesita el apoyo de los partidos políticos, como ocurrió, por ejemplo, en 2015. Como no hay unidad en la oposición, se diluyen y no han llegado a acuerdos.

—¿Cómo vio la protesta que comenzó en Sidor el 9 de enero y se prolongó durante una semana?
—No se logró nada. Y eso estaba cantado. Se negoció con el gobernador de Bolívar (Ángel Marcano), que en realidad no tiene potestad para decidir nada. Ya ahí se comenzó mal. Privó la inexperiencia de los compañeros que estaban dirigiendio el conflicto. Ni siquiera se consiguió que se le diera libertad plena a los trabajadores detenidos durante la protesta, sino libertad condicional. Actualmente no hay verdaderos sindicatos en Sidor, y eso fue un plan premeditado.

—¿Un movimiento sindical debe desembocar en una conduccción política?
—Falta politización del movimiento laboral, que no es exactamente partidización, sino crear conciencia: una cultura política de los problemas. Los avances se logran a través de la política, pero la política bien entendida, en el sentido de que solo a través de la política se puede llegar a donde se toman las decisiones.

¿Quién te dio vela, ah? 🕯️

Dicen que Magallanes en esta final del beisbol es como un niñito que juega PlayStation con un joystick desenchufado. Anoche hubo polémica en el segundo juego Leones-Tiburones (al parecer, la familia del astro guaireño Ronald Acuña fue hostigada en la grada) y en las redes tomó partido... un magallanero. La réplica de un ilustre y casi cuarentón tigrero (que en teoría tampoco tiene vela en este entierro) se volvió viral. ¿La mala noticia? Acuña abandonó el juego y, al parecer, no volverá a jugar en Venezuela 😞