Queridas personas:

Casi una semana después de la celebración de ARCOmadrid, ahora puedo asomar la cabeza por aquí para compartir el aftertaste de lo que siento ha sido nuestro gran debut chiquito en la primera feria de arte contemporáneo en España. En este momento, aunque cansada y algo acelerada aún, estoy profundamente agradecida y la alegría es total. La acogida de los proyectos ha sido fantástica, hemos recibido muchas felicitaciones, hemos tenido mucha repercusión mediática, hemos atraído la atención de la reina y el rey, entre otras personalidades, y hemos hecho ventas, o sea que el balance es muy positivo. 

Los proyectos Forget Me Not, de Teresa Estapé, y Gira rascando, de Pedro Torres, han sido celebrados, en gran medida gracias a su entrega y dedicación (¡gracias de corazón!). El stand se sentía equilibrado, tanto en fondo como en forma, y muchas de las personas con las que hemos compartido han visto la intención comisarial detrás de la propuesta. Lo que más feliz me hace es saber que otras tantas han percibido destilado el estilo y el propósito de Chiquita Room en el contexto de una gran feria, con lo difícil que es abstraerse para prestar atención y con la cantidad de estímulos con los que compite una galería (y no digamos una obra de arte) en tal escenario como es IFEMA. Por eso, las palabras de Miguel Ángel Hernández en El País me emocionan, porque en un párrafo resume y reconoce el trabajo de una artista como Teresa. O estas otras de Carolina Ciuti, respecto al proyecto de Pedro en exibart.
 

Los sentimientos encontrados de mi última carta siguen teniendo su lugar, pero me hago muy consciente, como digo aquí en la tele, de que estar en ARCO es lo mejor que nos podía pasar. Antes de que sucediera, una gran profesional a la que aprecio y respeto me decía que no sabía si darme la enhorabuena o el pésame, y sé que esto no será camino por un campo abierto, que exige paciencia, perseverancia, estar alerta, pero también sé que no habría otra manera de honrar esta habitación, ni de hacerla sostenible. No hay forma de seguir adelante, como dice una que yo me sé, si no es moviendo el avispero. Porque si no se mueve el avispero, es muy fácil diluirse en este mundo saturado, veloz, voraz. Y entendiendo la importancia de ser leal al carácter y esencia de las cosas, entiendo también la importancia de participar en los foros donde puede apreciarse y valorarse lo que aquí se cuece. A un burro le hacían obispo y lloraba, dicen en mi familia. Yo con darle a este proyecto y sus artistas lo que se merecen, me doy por satisfecha. 

En lo poco que nos dio tiempo a salir del stand o recuperar fuerzas para la jornada siguiente, la pasada semana en Madrid estuvo aliñada con algunas grandes perlas, como la visita a la exposición de Juan Muñoz en la Sala Alcalá, las Conversations de Ivorypress (en especial disfruté el intercambio entre Christian Marclay y Yuval Etgar), o la muestra de Xabier Salaberria en CA2M (parece que vuelve a tope la escultura vasca). Ahora estamos de vuelta en Barcelona y aquí siguen pasando cosas importantes. A continuación, un par de ellas.
 

👉 Entramos en la recta final de la exposición "Crecimiento y decrecimiento de Howard Roark", el proyecto de Eduard Escoffet que presentamos en colaboración con The Green Parrot y que toma el personaje de ficción de Howard Roark, protagonista de The Fountainhead (1949), para reflexionar sobre la arquitectura, los límites de la vida humana y el lenguaje como tecnología que sustenta los mitos del capitalismo y nos aleja de la realidad. 

La exposición está dividida en dos capítulos y está formada por cuatro instalaciones sonoras y una edición, repartidas en los dos espacios. Con motivo del final del proyecto, el próximo jueves 9 de marzo, a las 19 h., Eduard nos ofrece la performance-itinerario, Deriva, una acción de nueva creación que se realizará a pie, comenzando en The Green Parrot (Vilamarí, 57) y finalizando en Chiquita Room. En la acción participará Ruben Ametllé (Ruben sin acento) y las dos exposiciones estarán abiertas, con lo que es la ocasión perfecta, y una de las últimas oportunidades, para disfrutar del proyecto completo. 
 

👉 Con la primavera daremos paso a un nuevo capítulo en la programación de Chiquita Room y me hace mucha ilusión anunciar "Abismes", la próxima exposición individual de Isabel Banal que inauguramos el 22 de marzo. Sus orígenes rurales y su vínculo con la naturaleza impregnan toda su obra, igual que la poesía, una práctica sistemática, el color blanco o las "sensaciones de cosas mínimas", evocando a Fernando Pessoa.

Después de haber publicado con ella El llibre dels passos perduts (2020), como reflexión sobre el confinamiento durante el primer estado de alarma provocado por la pandemia, y de haber compartido brevemente la instalación Traginadores en la galería antes de que ingresara en el depósito del Museu d'Abelló, el año pasado presentamos en Swab su obra Pedra Filosofal. Ahora Isabel nos da la mano para recorrer los abismos a los que se asoma con valentía.
 

🍷 Hoy me despido con un extracto de "Milímetros (Sensaciones de cosas mínimas)", del agitador discreto, Fernando Pessoa.  

(...) sólo las sensaciones mínimas, y de cosas pequeñísimas, son las que vivo intensamente. Será por mi amor a lo fútil por lo que esto me sucede. Puede que sea por mi escrúpulo en el detalle. Pero más bien creo —no lo sé, estas cosas nunca las analizo— que es porque lo mínimo, por no tener en absoluto importancia ninguna social o práctica, tiene, debido a la mera ausencia de esto, una independencia absoluta de asociaciones sucias con la realidad. Lo mínimo me sabe a irreal. Lo inútil es bello porque es menos real que lo útil, que se continúa y prolonga, al paso que lo maravilloso fútil, lo glorioso infinitesimal, se queda donde está, no pasa de ser lo que es, vive libre e independiente. Lo inútil y lo fútil abren en nuestra vida real intervalos de estática humilde. ¡Cuánto de sueño y amorosas delicias no me provoca en el alma la mera existencia insignificante de un alfiler clavado en una cinta! ¡Triste de quien no sabe la importancia que esto tiene! (...)

Con amor,  
Chiquita