Gradualmente las empresas vuelven a ritmos de mayor regularidad, tanto en la presencialidad de sus labores, como en niveles de actividad cercanos al tiempo anterior a la actual situación de pandemia. Como destacamos en nuestra anterior columna, el Compliance no ha tenido ocasión para permanecer en reposo en este tiempo. Por el contrario, ha debido hacerse cargo de varios “brotes” de desafíos derivados de nuevas normativas y de contingencias producidas por la especial situación social y económica en que nos hemos encontrado. Con todo, esta nueva etapa es una buena oportunidad para revisar la situación actual de nuestros sistemas de cumplimiento a fin de asegurar su vigencia y plena implementación en las organizaciones. En esta minuta sugerimos una serie de preguntas que el encargado de prevención debería chequear regularmente a fin de programar sus actividades y distribuirlas eficientemente durante el año.
|