¡Saludos, <<Nombre>>!

El verano está por terminar y con ello, muchos comenzamos a reincorporarnos a nuestras rutinas diarias luego de las vacaciones. Volvemos a los tapones mañaneros, el trabajo, la rutina de cocinar la cena y el almuerzo del otro día, o de hacer tareas con los niños.

Quiero aprovechar este boletín para invitarte a hacer de la medicina preventiva parte del regreso a tu rutina post-vacaciones de verano, para mejorar tu calidad de vida.

¿Qué es la medicina preventiva?

Cuando hablamos de medicina, usualmente pensamos en lo que sucede cuando nos enfermamos: visitamos a un doctor o doctora para que busque la causa de nuestros síntomas o que nos recete medicamentos o algún tratamiento. A esto se le conoce como medicina curativa.

1. Agenda citas con profesionales de la salud: Agenda citas para ti y los tuyos con tu médico primarios y médicos especialistas. Realízate exámenes y laboratorios rutinarios para poder detectar y mitigar de forma temprana enfermedades y otros malestares que puedan convertirse en problemas en el futuro. Es recomendable visitar al médico al menos una vez al año. Si tienes alguna condición pre-existente o un historial particular, también saca cita con tu especialista. Si no tienes un plan médico, aún así puedes acceder a servicios de medicina preventiva. En Puerto Rico, los Centros de Salud Primaria, conocidos también como Centros 330, ofrecen servicios de salud primaria y preventiva a toda la población incluyendo a las personas que no tienen seguro médico, cuyos seguros son limitados o no cubren servicios preventivos y primarios. 
2. Cuida tu dieta: Muchas de las enfermedades y condiciones comunes en Puerto Rico tienen una correlación con lo que comemos. Por ejemplo, consumir muchos alimentos altos en azúcar está asociado a la diabetes tipo 2, así como el consumo excesivo de grasas contribuye a problemas la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Para ayudar a prevenir estas condiciones, cuida de lo que comes, aumenta el consumo de frutas y vegetales, y reduce el consumo de alimentos procesados, con alto contenido de azúcares, sodio y grasas saturadas.
3. Ejercítate regularmente: Hacer actividades físicas como caminar, correr, practicar algún deporte o incluso actividades de la casa como la jardinería durante 15 minutos todos los días te puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y es una buena forma de mantenerte saludable. Incorpora a tu rutina diaria unos minutos para mover el cuerpo de forma consciente. Préstale atención a tu cuerpo y cómo lo sientes. Esto te puede ayudar a detectar de forma temprana condiciones y enfermedades físicas. 
4. Cuida tu salud mental: La salud mental es tan importante como la física, por lo que debemos tener en cuenta nuestros niveles de estrés y ansiedad. Incorpora actividades para reducir el estrés y cuidar de tu salud mental en tu rutina. En un boletín pasado te compartimos algunas herramientas de cómo manejar emociones como el estrés y la ansiedad que puedes complementar con ejercicios de respiración y mindfulness. Es saludable también el tener citas regulares con un profesional de la salud mental, realizar actividades para divertirte con tus seres queridos, meditar o tener algún contacto con la naturaleza.

1. Chequea que tengas tu vacunación al día: Las vacunas nos protegen como individuos, a nuestras comunidades, y seres queridos de enfermedades prevenibles. Para obtener los beneficios plenos de la vacunación, es necesario estar al ponerse todas las dosis de las vacunas, incluyendo los refuerzos o boosters, para estar al día. Asegúrate de que tú, tus niños, y la gente a tu alrededor estén vacunados contra enfermedades comunes y de temporada. Por ejemplo, en otoño usualmente ocurre un alza en casos de influenza o gripe (flu, en inglés). Vacunarte contra la influenza previene la enfermedad grave y reduce el riesgo de complicaciones y muerte. 
2. Mantén tu entorno saludable: Todos los días podemos entrar en contacto con objetos y superficies propensas a la contaminación. Practica el buen manejo del agua, la desinfección de superficies y utensilios, el lavado de manos, y la limpieza de alimentos para reducir el riesgo de contagio. En nuestra campaña La Prevención es la Clave te compartimos estrategias de cómo mantener tus alrededores saludables para prevenir infecciones y el desarrollo y contagio de enfermedades.
3. Prevención de enfermedades respiratorias: El uso correcto de mascarillas, la vacunación, y otros métodos de prevención que ya hemos mencionado te ayudan a reducir el contagio y transmisión de enfermedades. El otoño y el invierno se acercan, y en estas temporadas tienden a ser comunes las enfermedades respiratorias. No te olvides de las medidas para prevenir su contagio como el uso de la mascarilla.